MORALETICA DEL PERIODISMO "Hasta aqui puede considerarse a Dana como discipulo anacr6- nico de la Escuela de Manchester. Los dias del idealismo trascen- dentalista y ut6pico habian pasado, y el lo sabia muy bien. La Edad del Oropel estaba ya muy lejos de esos entusiasmos cindidos, y era tiempo de hacer cara a la realidad. Pero el realismo de Dana no era mis que un gesto insincero para ocultar su entrega al capita- lismo. Cuando sus teorias individualistas se oponian a sus intere- ses personales, las descartaba sin escrsipulo. Era dem6crata parti- dario del laisez-faire solamente cuando la libertad de acci6n be- neficiaba los negocios; pero si los negocios necesitaban ayuda del gobierno, sin empacho se convertia en whig. Aceptando el princi- pio de la explotaci6in privada movida por el instinto adquisitivo, y satisfecho con la 6tica social del Capitin Kidd, estaba dispuesto a aumentar o a cercenar el poder del gobierno, segfin conviniese para que los capitalistas obtuviesen la mayor ganancia possible. "En los tiltimos afios de Dana, se, desarroll6 en 61 el sentimien- to de la diferencia de classes, aunque declaraba que tal diferencia no existia. Quitaba al gobierno toda arma que el gobierno pudiese emplean contra el capitalism, pero le daba cuantas armas necesi- tase para vencer al obrero y al agricultor. A voz en cuello pedia altos aranceles para proteger a los fabricantes, enormes concesio- nes de tierras del dominio pfiblico a compaiias ferroviarias es- peculadoras, y un sistema monetario dominado por los banqueros; pero para las solicitudes econ6micas de los agricultores del oeste no tenia sino el desprecio. Los agraristas se estrellaban contra la roca de las leyes econ6mica3 segfin las entendian entonces los su- mos sacerdotes del capitalism. "Cuando Dana hablaba de la "moneda honrada", se mostraba asaz ancho de conciencia. No queria otra moneda que el patron oro, el cual defendia intransigentemente, aun a despecho de la ra- z6n y la sinceridad. Con acritud se opuso al impuesto sobre ren- tas, y cuando el program dem6crata de 1896 recomend6 la reor- ganizaci6n de la corte supreme a fin de anular el fallo que este tribunal habia dado en cuanto a la constitucionalidad de aquella media, se convirti6 en demagogo y predict "contra la destruccibn de la independencia del poder judicial". Cnando se propuso la na- cionalizaci6n de los ferrocarriles, declare que no podia "imaginar cosa mis absurda, antipatri6tica y peligrosa" (dando sin duda por sentado que los ferrocarriles existen para pagar dividends a los accionistas). "Mis alarmante aun", en su concept, "era la aproba- ci6n claramente implicita que se da a la violencia desaforada en el ataque de lo que en el program dem6crata se llama "gobierno por entr.edicho" ("government by injection"). Bajo el velo de un len- guaje moderado puede verse el espiritu de la anarquia". Dana pi- di6 con insistencia que el Gobierno impusiese a los sindicatos obre- ros restricciones several y los mantuviese a raya; elocuentemente defendi6 el sagrado derecho individual del obrero de "hacer con- tratos libremente", y aplaudi6 ruidosamente la supresi6n illegal y arbitraria de la huelga de Pullman por el president Cleveland. En el asunto de Bryan y el populismo perdi6 po. complete la chaveta.