MORALETICA DEL PERIODISMO "3. CHARLES A. DANA.-Si el general Grant y Jay Cooke eran heroes ingenuos tan ignorantes como la generaci6n que se deleita- ba en honrarlos, Charles A. Dana, el periodista de la Edad del Oropel, fue un intellectual desilusionado que, despues de haberse enardecido con los suefios dorados de la quinta dicada del siglo, abandon toda esperanza ut6pica y resolvi6 emplear su inteligen- cia para beneficiarse a si mismo. Desengafiado con el idealismo, abraz6 el positivismo y dedic6 a la explotaci6n capitalist las ca- pacidades que antes habia dedicadt a un experiment de vida co- operativa. Hombre brillante que entr6 en el juego de la epoca, adopt sus m6todos y logr6 gran 6xito, fu6 victim conspicua de la bancarrota del idealismo que sigue a toda guerra, y los triunfos de sus iltimos afios come director de The New York Sun (El Sol de Nueva York) s61o sirvieron para poner mis de manifiesto la magnitude de su caida. La carrera de Dana es un comentario ci- nico a los cambios del espiritu norteamericano desde los tiempos de Brook Farm hasta los de Mark Hanna. "Hijo de tierras agrestes puritanas, Dana cruz6 en su juventud la frontera del Estado de Nueva York y fue a trabajar como de- pendiente en una tienda de la apartada aldehuela de Buffalo, en tiempos en que los negocios con los indios eran tan buenos, que l1 resolvi6 aprender el idioma algonquin. Habiendo pasado los primeros afios de su vida en medio de la democracia tosca de fas regions rayanas, era ardoroso jacksonista. Anheloso de adquiiri educaci6n,. abandon a Buffalo y fu6 a estudiar en el colegio de Harvard; pero, a causa de achaques de los ojos, suspendi6 sus studios al cabo de dos afos e ingres6 en la comunidad de Brook Farm, donde pronto lleg6 a ser uno de los directors principals y se esforz6 con ahinco en que aquel famoso experiment tuviese buen 6xito. En esos afios de sentimientos generosos, Dana era idealista active, muy leido en teorias socialists y defensor entu- siasta del asociacionismo como remedio dq los males de la compe- tencia econ6mica. "Despubs del incendio del falansterio, abandon a Brook Farm, se asoci6 con Greeley, y durante quince afios fu6 uno de los es- piritus dirigentes de The Tribune (La Tribuna). En 1848 fue a Europa como corresponsal, observ6 muchos de los sucesos de las revoluciones de ese gran afio, estudi6 el caricter de los pueblos francis y alemin, analiz6 con suma penetraci6n a los hombres des- collantes mis populares y sus programs, y abraz6 con ardor la causa de las classes baja3. Habia llegado ya a la edad de treinta y tres afios, y su active espiritu habia pasado por todos los radicalis- mos -el del jacksonismo, el del utopismo y el del proletariado europeo-, de aquella 6poca revolucionaria. Observador perspicaz, dotado de una conciencia social de gran sensibilidad, estaba bien preparaao para convertirse en critic de la revoluci6n industrial semejante a los quo habian hallado sus razones y materials en la triste experiencia de Inglaterra. "Pero la guerra interrumpi6 sus planes, y despues de la guerra empezaron a disiparse las esperanzas de los afios pasados. Poco fun el entusiasmo generoso que sobrevivi6 a la encarnizada lucha. Dana,