MORALETICA DEL PERIODISMO el celo, la malicia o la indiferencia, nos Ilevan a tratar injustamente a algunas personas. Sin embargo, la libertad de la prensa debe ser ejercitada en todo tiempo con el espiritu con que los redactores de la Constituci6n la estatuyeron y la tolerancia del pueblo la ha consagrado. La reputaci6n de hombres y de mujeres es sagrada por sn propia naturaleza y no puede ser destruida con ligereza. Nos- otros, por lo tanto, consideramos apropiado consignar en este C6- digo que: 11. No debemos utilizar la libertad de expresi6n para encubrir un ataque injusto, un desahogo rencoroso o una investigaci6n descuidada respect a las personas o a los partidos. 12. Debemos esforzarnos por proteger, dentro de la raz6n, los derechos de los individuos sin consideraci6n al efecto a producer en el pbilico por las informaciones sensacionales o por una political editorial dada. 13. Debemos tratar a todas las personas sobre un piano de ab- soluta igualdad dentro de lo humanamente possible, no apar- tindonos del procedimiento establecido en ninguna secci6n de este C6digo en raz6n de la riqueza, influencia o situa- ci6n personal de los individnos, con las excepciones que se sefialan a continuaci6n: 14. Debe ser uno de nuestros cinomes que la piedad y la bon- dad constituyen consideraciones legitimas en todas las fases del periodismo y que por tanto si el interns puiblico o social parece que va a ser mejor servido por la supresi6n de una noticia, debemos suprimirla, pero el motivo, en estos casos ha de ser siempre el interns pfiblico y social y no el comer- cial o el personal. 15. Debemos esforzarnos eri manejar nuestro peri6dico en for- ma tal que la justicia, la bondad y la piedad caractericen nuestro trabajo. "IV. Moderaci6n, conservadorismo, proporci6n.--En vista de que el pfiblico toma del periodista la mayor parte de la informaci6n que le sirve de base para former su opinion, es obvio que las prue- bas que el periodista facility deben ser de la mejor calidad El es- critor que apela preferentemente a la pasi6n y no al intelecto esti descalificado para informer, porque los hechos que consigne carecerin siempre de perspective. Por un infasis impropio, por un arreglo tipogrifico hibil o por recursos ret6ricos, el escritor puede ficil- mente Ilevar al lector a formarse una opinion equivocada. Esta practice es tan impropia como frecuente y result mis dafiina que la autintica prevaricaci6n o falseamiento total de los hechos. Por medio de este C6digo deseamos manifestarnos contra el sensacio- nalismo por la aceptaci6n de los siguientes cenones: 16. Nos esforzaremos por eludir la injusticia que surge de las conclusions precipitadas en la practica editorial, reporteril, o interpretativa.