OCTAVIO DE LA SUARkE 14 de enero de 1922. por la "Asociaci6n Editorial" de aquel Es- tado. Es este: 'Prefnmbulo.-Creemos en las ensefianzas de los grandes mora- listas de que un estado general de felicidad y bienestar es obteni- ble para todo el mundo y que este estado constitute la principal finalidad de la sociedad. "Reconocemos que todo hombre bueno tiene conciencia instin- tiva de que sus pronunciamientos y sus hechos constituyen una razonable y continue contribuci6n hacia la obtenci6n de esa fina- lidad de la sociedad. "Creemos que el hombre, colectivamente, debe seguir tambien los principios pricticos que guian la 6tica individual. Sea cual fuere el prop6sito para el cual los hombres se asocien, nosotros creemos que deben esforzarse para realizar la razonable y continue con- tribuci6n que distingue al hombre moral. Y todas las agencies e instruments empleados por el hombre, individual o colectivamen- te, deben basarse sobre las mejores practices morales de la 6poca, para que la obtenci6n de la finalidad social pueda ser, de esa ma- nera, acelerada. "De todos estos medios la palabra impresa es la mis amplia- mente difundida y la mas poderosa. La palabra impresa es el inico instrument de la profesi6n que nosotros representamos v la extension en que ella modela los pensamientos y la conduct de los pueblos es inconmensurable. Nosotros, por tanto, declaramos que la responsahilidad etica del periodismo es la mayor de todas las responsabilidades profesionales y deseamos aceptarla ahora y de aqui en adelante, hasta el limited que sea razonable y correct en las respectivas circunstancias. "Consecuentemente adoptamos como guia para nuestra conduc- ta el siguiente c6digo que debe ser conocido como el C6digo de Etica Periodistica de Oreg6n. "1. Sinceridad. Verdad.-El fundamento de la 6tica periodisti- ca es la sinceridad. El periodista sincero debe ser honest tanto en sus prop6sitos como cn sus escritos. Debe ser veridico hasta el limited de su posibilidad para descubrir la verdad. Es la actitud qcue adopted hacia la verdad lo que distingue al periodista moral del inmoral. Naturalmente, no es possible que todos los articulos est6n exentos de errors, pero ellos pueden estar libres del error de- liberado. No hay sitio en el periodismo para el hip6crita (dissem- bler), el tergiversador (distorter), el prevaricador, el tendencio- so (73), o el pensador deshonesto. (73) El Autor, despues de informal a los alumnos que asi como en psicologia "tendencia" es la inclinaci6n o movimiento de las facultades a sus objetos, en etica significa lo mismo pero incurrido en sentido cap- cioso, gratuito, capaz de derivar hacia el periodista que informa respon-