MORALETICA DEL PERIODISMO "Pasaron los Liempos en que un hombre de capital reducido po- dia establecer o comprar un peri6dico y es listima grande, por !o que concierne a esos debates de la prensa que mantienen clara y activa la corriente de la opinion pfiblica. Los gastos de instalaci6n y de impresi6n de un diario hacen la empresa tan aleatoria, que hoy nos hallamos en un period de consolidaci6n mis bien que en uno de fundaci6n de nuevos peri6dicos. Si no hubiera muerto mis- ter Munsey (63) y hubiera continnado a] paso que iba, habria al- boreado el dia, asi en Nueva York comd en San Luis y en Detroit, en que s6lo se publicara un diario matinal en nuestra metr6poli. Mr. Curtis (64) ha reducido el nuimero de los diaries en Filadelfia. La mayor parte de las consolidaciones se hani efectuado porque los crecientes gastos de publicaci6n las imponen como una necesidad ccon6mica. Aun asi, es deplorable esa tendencia, que asume el ca- ricter de calamidad cuando la consolidaci6n tiene por uinico ob- jeto el deseo de aumenatar las ganancias y los dividends para los duefios de la Empresa. Se degrada el periodismo cuando las con- solidaciones se efectfian con el fin de acallar la discusi6n pfiblica y matar a un peri6dico cuya political no es del agrado de los po- derosos. Tal periodismo carece de 6tica. Ni siquiera es periodismo. Es tan s6lo el trueque y el comercio en lo que deberia ser la sal- vaguardia de los derechos del pueblo. Y cuando un diario cambia de duefio para apagar la luz o para ahogar las opinions que no agradan a ciertos interesados egoistas de la political o del comercio, ]a transacci6n destruye proporcionalmente la libertad de la prensa garantizada por la Constituci6n. "El hecho de que el diario tiene un vasto campo, relativamente libre de competencia, acarrea una responsabilidad que impone la aceptaci6n de la verdad de que un director no debe dirigir su peri6dico teniendo principalmente como mira la gansecia. Todo director debe considerar su peri6dico como una institution y con- siderarse a si mismo como fideicomisario de sus bienes para el pro comunal; y el hecho de ser dueiio, como un incident nece- sario para el servicio del puiblico. Desde todo punto de vista real, el peri6dico debe ser del pfiblico. Si sufre de la picaz6n del lucro, del deseo de mayor ganancia, y su political sigue por la line de (63) FRANK ANDREW MUNSEY (1854-1925). Naci6 en Mercer, Estado de Maine, comenz6 como operator de tel6grafo -esto es: como trans- misor de noticias- e inici6 la publicaci6n de un magazine en New York en 1882; luego adquiri6 el New York Evening Sun y el Evening Telegram. Edit6 con buen 6xito el Munsey's Magazine y el Argosy All-Story Weekly. Don6 gran parole de su fortune al Museo Metropolitano neoyor-- quino. (Ver Forty Years-Forty Millions, por G. Britt; Ed. Farrar and Rinehart, N. Y., 1935.) (64) CYRUS CURTIS (1850-1933). Naci6 en Portland, Maine, y se traslad6 en 1876 a Filadelfia, donde public la revista Ladies' Home Journal, The Country Gentleman y dirigi6 una etapa del Saturday Evening Post. Compr6 en 1913 el Philadelphia Public Ledger y el New Evening Post en 1923.