MORALETICA DEL PERIODISMO table resultado de la imposici6n de una double tarea intellectual y la exposici6n de sus prestigious morales a la critical de cierta parte incomprensiva de la sociedad. Por ultimo, ha tenido que defenders como ningun otro grupo social-econ6mico contra un intrusismo implacable, caracteristico de un pais lleno de abogados, politicos y arrivistas de las letras, a quienes -confesImoslo- los Fernandez Madrid y sus continua- dores perezosos dieron alas. Los agents pcrturbadorcs de la labor periodistica professional mas relevantes son, por tanto, en nuestro medio: la mercantiliza- ci6n de buena parte de la prensa, cuyos monopolizadores exigen, con moral utilitaria, pase lo que pase, un 16gico tanto por ciento al capital invertido; por otra parte, los vicios econ6micos que obli- gan al periodista, para subsistir, a compartir su intelecto en el desempefio de misiones a veces hasta contradictorias con su idea- lidad professional; y por filtimo, la plaga de los intrusos que le hacen la competencia por amor al arte (55). En resume, que el periodista cubano no es duefio .de trasla- dar al p6blico, salvo casos singulares, o cuando es columnistta, su personal opinion ni de circunscribir siempre a la esfera del peri6dico en que trabaja la acci6n personal encaminada a satis- facer las exigencias materials de la vida. EL ACTO ETICO TIPICO DEL PERIODISTA Y SU POSITION ANTE EL CAPITAL Perseverar es, sin duda, el acto 6tico tipico del periodista. Realizandolo de continue pas6 antes la etapa del periodismo- entretenimiento y soporta ahora la del periodismo-empresa. (55) Ya que hemos apuntado la antigiiedad del mal just es que con- signemos la de la primer protest contra el mismo, que fue formulada por Tomis Agustin Cervantes y Castro Palomino, quien entire 1809 y 1821, pri- mero en el Aviso de la Habana (antes Papel Peri6dico), y luego en la Guia de Forasteros, "suprimi6 la caja o cepillo de colaboraci6n esponti- nea, que se habia convertido en un dep6sito de libelos infamatorios". VWase Antologia de periodistas cubanos por Rafael Soto Paz, pig. 43.