MORALETICA DEL PERIODISMO DESAMPABO DEL PERIODISTA COMO INDIVIDUO EN RELACION CON LA MORAL ECONOMIC La Opini6n es, tal vez, el acto etico primordial para un pe- riodista. Lo mas esencial de la vida humana esta, sin duda, en la capacidad de opinar; en ese impulse discriminador que nos hace preferir una version sobre otras, y el cual guia nuestro paso en la vida y en todas sus aplicaciones. El periodista como representante de la Prensa, es -ya lo he- mos escrito- el depositario de la Opini6n Publica, es decir de la suma de opinions de la colectividad. La sociedad descansa en 1e cada dia, poniendo sobl). sus hom- bros el mas pesado fardo, persuadida de que del uso que 61 haga de aquel dep6sito, dependerAn nada menos que las orientaciones de orden moral que propiciarAn el bienestar de todos, atemperando el medio al ritmo de la civilizaci6n. Pero al actuar de ese modo, la sociedad procede como el auriga inconsulto que carga el carro que guia sin tener en cuenta la fortaleza del caballo que lo ha de arrastrar y Ilevar a feliz t6rmino, no solo el cargamento sino su persona. -Aqui tienes nuestros actos de hoy -se dice al periodista-; enjuicialos y moralizalos, que esa es tu responsabilidad. Y despues, al que todo se le pide, se le niega el amparo de una infinitesima parte de la Etica que se llama moral econ6mica, y se le niega en parte por la propia culpa del interesado. DEL PERIODISMO COMO ENTRETENIMIENTO; OFICIO PRECARIO E IMiAN PARA INTRUSOS Este tipo de desamparo viene siendo inseparable en Cuba del periodista. Los franceses, cuando quieren denostar un oficio cualquiera, dicen "que no mantiene a su hombre". Pues entire nosotros el periodismo fu6 y es todavia, en parte, un oficio que, per se, no alimenta a su hombre. Vamos a comprobarlo con un simple ejemplo, torado al azar de los archives relacionados con la fundaci6n de la Prensa peri6-