396 ARCHIVES DEL FOLKLORE CUBANO visaban por los artists an6nimos del pueblo, recibieran un es- timulo educativo, podria llegarse a convertir las fogatas de San Juan en un festejo popular de ensefianza artistic, como suce- de, valganos el ejemplo, con las fallas de Valencia espafiola. Reprimir los sentimientos populares est6ticos e inofensivos no es de avisados, ni siquiera puede ser consecuencia de cul- tura. Hacemos votos porque en el porvenir sigan encendi6n- dose en Cuba, como sign de alegria pfiblica, las hogueras que a travys de los milenios sefialan a los pueblos la muerte de un sol.