FOLILORE RELIGIOSO DEL CUBANO "En un articulo publicado por La Discusi6n, de la Habana, se refi- re que por un testigo ocular el siguiente curioso caso de adivinaci6n en un palenque: (1) "A poco tropee6 con una partida de negros desar- mados y medio desnudos. Me dijeron que eran cubanos y me conduje- ron al campamento de su jefe. Yo habia oido hablar algo de los matia- bos y sabia que dstos eran unos cimarrones que vivian ocultos en los montes, huyendo, guardkndose tanto de los cubanos como de los espa- fioles, siendo mitad brujos y mitad plateados (2). "El campamento de los matiabos estaba situado monte adentro en un claro como de dos vesanas de tierra. En el centro habia una espe- cie de altar hecho con ramas y cujes, y encima de todo aquel catafalco, habian puesto un pellejo de chivo, relleno de tal suerte que parecia vivo. Dentro de la barriga y sobre el altar tenia mil porquerias, tales como espuelas de gallo, tarros de res, caracoles y rosarios de semillas. Aquel pellejo era el Matabo, el dios protector del eampamento. 'Recuerdo todavia-dice Martinez-el modo de explorer la tropa que tenfan los brujos aquellos. Puertos en rueda Irededor del chivo, can- taba el Taita: Buca guango, jaya guango... y el coro repetia: cdcara, cdcara, caminando... y empezaban a gritar y saltar como endiablados. De pronto a una de las negras-porque tambidn habia mujeres-se le subi el santo y le daba una sirimba. Caia al suelo, revolendose echando espuma por la boca y el resto del palenque seguia cantando como si tal cosa. "Luego Taita Ambrosio se dirigia a la accidentada y le preguntaba toeandole la cabeza: Ma fulana, idonde etd la tropa?-Toropa ma ceca, en tal punto-respondia ella, sin dejar sus revolcones. Y el punto se- falado estaba siempre a diez o doce leguas de distancia. "Los matiaberos repetian el nombre del lugar y armaban el escdn- dalo padre con sus gritos y los toques de tambores, forrados con piel de jutia. "Yo miraba todo aquello con curiosidad y temor, porque sabia que aquellas gentes en algunas ocasiones habian rociado el chivo con san- gre humana." Segfin H. Chatelain (3), la voz madiabu, o sea ma + diabu, es en Angola y Congo corrupci6n de la portuguesa dia- bo, o sea "diablo", y la aplican a cosas de magia y superstici6n, y a blasfemos insultos. En Loanda dicen mariabu a las "es- trellas fugaces." F. OBTIz. (1) Articulo publicado por F. L6PEz LEIVA, el 13 de agosto de 1903, refiriendose al libertador cubano CASTULo MARTINEZ. (2) Bandoleros que alegando ser afiliados a uno de los ejereitos beligerantes cometian toda clase de delitos.-(NoTA DE F. OaTIz.) (3)1 HELI CHATE LIN. Folk-tales of Angola. Boston. 1894, p. 259.