EL REY DE LOS BRUJOS FOR HnERMINIO PORTELL VILA Cardenas, la modern ciudad matancera, como centro es- clavista de gran importaneia que fu6, llegando a tener en 1844 mAs de las dos terceras parties de su poblaci6n, de raza negra (1) es terreno abonado para todas las manifestaciones de la grosera superstici6n africana que por antonomasia se conoce en Cuba con el nombre de "Brujeria". En cualquier period de su historic se encuentra la exis- tencia de un "brujo", al cual acuden, no ya s61o las gentes incultas, sino tambi6n personas-casi siempre mujeres-de al- guna instrucci6n y que creen a pie juntillas en la virtualidad del sacrificio de un gallo a "Elegud"; en el "emb6"; en la daflina influencia del "bilongo"; los perturbadores efeetos de la pimienta de Guinea; el poder de un "nganga" para quitar el "fieque", "amarrar" el carifio con aguas de inconfesable procedencia y un sin fin de creencias extrafias incompatible con una mente bien equilibrada. En la segunda mitad del siglo pasado, titulado como el "Rey de los Brujos", el "babali" o "mayombero" de todos los hechiceros de la comarca, vivia, en las proximidades del Acueducto, Ta Inasio o Taita Ignacio, un verdadero maestro del tenebroso culto de Olorufi y los orishas. Su guarida era una choza de misera apariencia, inmedia- ta a la Cueva del Agua y en la que mantenia encerrado a un (1) Mapa Estadistioo de Cuba. J. M. de la Torre.