ARCHIVES DEL FOLKLORE CUBANO hace pensar en la nuarimba definida por Pichardo. Por otra parte, los instruments que los viajeros comparan con las ci- taras, son lamados sylimbafs por los negros, que lo hacen con cuerdas tomadas de la palmer abanico. Los cuernos de guerra, tan extendidos por toda el Africa, son raros entire los afrocubanos. S61o hemos visto uno entire tres cientos instruments. Y no es hechura africana, segfin puede verse en la fig. 6. Acerca de estos instruments Ratzel describe: "La confecci6n de cuernos para toques que se em- plean en la guerra y en los hechizos, es objeto de especial cui- dado. Estos curnos afectan formas diferentes entire los ma- dis y los lattukas, pues mientras los de los primeros son rec- tos, de madera y cubiertos con cuero o con piel de lagarto, los de los uiltimos, como los de otros muchos pueblos, son de marfil, tienen la forma de un cuerno con la emboeadura muy pulida y estin cuidadosamente tapados con una funda. Heuglin vi6 entire los bongos trompetas o, por mejor decir, bocinas de 3 a 5 pies de largo y de 12 a 18 pulgadas de grueso, que afec- taban la forma de un hombre o tenian una pequefa abertura en un lado del extreme estrecho." El cuerno o trompeta ti- pica de los bambaras, segfn Raffenel, es de buey y tiene 60 o 65 ems. de longitud. La extremidad mks gruesa tiene 16 ems. de diametro y 7 ems. la mis pequefia. La emboeadura es lateral. Todos los cuernos usados por las earavanas africanas, utilizados para avisos y 6rdenes, tienen los dos tonos en oc- tava, como expresa Hildelbrandt, y, latenal la embocadura. La abertura lateral y el revestimiento con piel de los cuernos o trompetas, es peculiar de los africanos: dealles que faltaban en el cuerno visto por nosotros, que, en cambio, presentaba aros de reluciente metal, boquila fundida, cord6n y borlas. Su factura euro-americana es patente. "Si se examinan-dice Ratzel-todos los instruments mi- sicos de que disponen los negros, se persuade uno de que es- tos son mas aficianados a la misiea que ningin otro pueblo na- tural. Recuerdese una observaci6n que hace Livingstone ha- blando de las pasiones de sus amigos negros: "Algunos ras- guean un instrument todo el dia y si por la noche se des- piertan, prosiguen su tarea musical." Ningfin pueblo natu- ral tiene la diversidad de instruments que ellos poseen. Los