ARCHIVOS DEL FOLKLORE CUBANO y en vez de estar fijadas al extreme distal del cabo, tambien de hierro, se insert cada una en un extreme del mango, que estA doblado en U. Aunque el tamafio y forma de las eampanas es el mismo en los models 19, b y c, la separaci6n de las eam- panas en 6ste la distingue del patron comfin de los yorubas (V. fig. 19, b). Estas campanas sin badajo se tocan golpeando el exterior con una varilla de hierro o madera, como en Angola. a Fir. 19.-Campanas fi~fiigas. Ademas de estos instruments de mfisica-escribe Ratzel- suelen Ilevarse en las mueceas y en los tobillos, campanitas de hierro que suenan mientras la gente baila. Para encontrar es- to entire los hampones y afrocubanos, es precise llegar hasta el diablito o irime de los filfiigos. En efeeto, fijados a una correa, el diablito lleea en la cintura cuatro o seis cencerros, que agita al compas de sus contorsiones y durante los movi- mientos de la march. Son de cobre o metal amarillo (V. fig. 20, a). A veces estas campanitas asumen otra forma y dejan de ser metalicas. Entonces son de eedro o majagua (V. fig. 20, b). Tienen 14 ems. de alto, 11 ems. en la parte inferior y 5 ems. en la superior. El badajo es de alambre con un engrosa-