LOS NEGROS CURROS Acaso esta convergencia en esa moda del vestir exhibicionis- ta de los hampones de Espafa, NApoles y Sicilia, y, despues, de los tipos de la mala vida cisatlAntica, pueda ser explicada por simples conexiones hist6ricas, frecuentes en el siglo XVI y aun en los posteriores; pero para algunos sert curiosa manifestaci6n de la llamada ley psicol6gica de la unidad del espiritu human, que a iguales estratos culturales responded en formas parecidas, pues asi en unos como en otros hampones blancos como en los elegantes negros, puede darse igual fundamento psiquico para una tal moda; por el cual se han encarifado con ella mu- chos delincuentes de Europa y America, como los petimetres de Africa. Acaso pueda explicarse por una tendencia ativica e inconsciente hacia un concept, igual al que atribuye Berenger Feraud a los negros yolofes (1), referente a la elegancia en el vestir, que no s6lo estriba para ellos en los colors chillones de sus vestidos, sino tambidn en la exageraci6n de su anchura; concept que, a nuestro entender, puede derivarse de que en los pueblos primitives o salvajes, como los africanos, en que los te- jidos son de importaci6n dificil y costosos, por lo menos los mfs vistosos y llamativos, la anchura de los vestidos result un signo de riqueza, y la elegancia exige por tanto un vestido am- plio, asi como hace imprescindible otro alarde de lujo en anillos, pendientes, collares, etc. (2) Del mismo modo que los pantalones de campana, se observan en la costa occidental de Africa los otros indumentos tipicos de los curros del Manglar. Los jefes, los ricos y marabfis de la villa derecha del Senegal (1) Ob. cit. pig. 7. Ademis, al referirse a los soninkds, dice: "Este bubl (especie de camisa) es mis o menos ancho segin la posici6n social del individuo". Pig. 186. (2) No queremos perder esta ocasi6n de recorder, al paso, sin que de ello pretendamos deducir consecueneia segura ninguna, que las eostas occidentales de Africa conocieron de antiguo a los italianos y hasta pre- cisamente a napolitanos de la peor especie, ya que a ello nos Uleva una facil asociaci6n de ideas. En 1684 fu6 enviada a Africa una important misi6n de frailes capuchinos italianos, los cuales fundaron un convento en Santo Thomr y se extendieron por Ayuda, Benin, Dahomoy, Calabar y Gab6n, es decir, por casi toda la costa de Guinea donde entonees se hacia el comercio de esclavos. Y dice Trro OMaBON (a) que esos frailes daban asilo a todos los fascinerosos y que ellos mismos, lejos de evangelizar,