ARCHIVOS DEL FOLKLORE CUBANO hace much tiempo en Espafia, sobreviven en Chile y segu- ramente en otros paises americanos." RAM6N L. LAVAL. CATALINA Y EL MARINERS Hasta hace algunos afios, cuando los nifios no se habian aficionado a los deportes y no consideraban una necesidad im- prescindible el ir al cine, educador y corruptor, a la vez, de la infancia, 6sta distraia sus ocios con juegos encantadores, llenos de ingenuidad, formando un coro de voces angelicales, en plena inocencia. Todavia en los pueblos *del interior se pueden ver esos grupos de nifios, en filas o formando "ruedas", asidos de las manos, jugando a Magarile, Catalina, etc. Uno de los mis conocidos es el de Catalina y el mariners, que tiene sabor de romance y es muy ameno, aunque se le no- tan incoherencias y en ocasiones, s61o un esfuerzo de imagi- naci6n puede seguir el hilo de la acci6n relative, debido, pro- bablemente, a las alteraciones que habra sufrido en su pri- mitiva factura. Se juega formando una rueda de nifias, en cuyo centro se sitfia, arrodillada o en cuclillas, una de ellas, que es Catalina, la maltratada protagonista. Al llegar a cierta parte el canto, Catalina se pone en pie y otra nifia, el Marinero enamorado, va junto a ella. Despuns se repite trocando los papeles. El primer verso se canta una o dos veces, pero el segundo,. el que antecede al estribillo, se repite despues de sste. He aqui la letra: En Galicia hay una nifia Que Catalina se llama, Si, si; Que Catalina se llama. Todos los dias de fiesta, Su padre la regafiaba Si, si; Su padre la regafiaba.