ARCHIVES DEL FOLKLORE CUBANO "Vivia en la calle de los Mandingas, que es hoy la de las Figuras, en el barrio de Jesfs Maria; a su sola presencia co- rrian los chicos y se disolvian prudentemente los no chicos. i Ya se ve! Le lamaban el Cheche del Manglar, y bien sabemos por que atributos y mediante qu6 hazahias se adquiere ese titulo. Quidn se atrevia con el Cheche del Manglar, si no queria quedar marcado para toda la vida? Una vez un temerario criollo os6 plantarse ante 61; pero el Cheche lo desarm6, le vaci6 un ojo de un rev6s y le prohibit volver a pasar por la cuadra, justamente la cuadra donde vivia su novia, porque las llaman novias. "Esta prohibici6n (que aun existe, y que algunos atribuyen a la eseasez de mujeres), suele ser fatal, y guay del que desobe- dece: muchos de los asesinatos tan comunes entire esa gente los original el delito de pasar por donde estaba prohibido. El Che- che, o jefe ticito de los curros, sabia que su deereto seria pasi- vamente acatado, y se dedic6 a consolar a la novia." Pueden verse los dos tipos, curro y cheche, tratados con- juntamente, aunque con poco arte, en el juguete e6mieo El Negro Cheche (1). Ambos tipos son parecidos, pero no identicos. La voz cheche es todavia de uso familiar y vulgar, signi- ficativa de valent6n, perdonavidas, jaque etc., y de majo, curro, guapetan, etc. Tambien, como sucedi6 con las voices curro, guapo, major, etc., la voz cheche tom6 una acepei6n de pulido, bien trajeado, etc. (2) Presume Calcagno que dicho vocablo es un criollismo y que en Espafia no se usa. Es acaso de origen jergal, y no es dificil sostener que la palabra cheche es de raiz africana. En mi libro Glosario de Afronegrismos y en la papeleta co- rrespondiente tengo escrito como sigue: "CHECHE.-m. Mat6n, guaposo, matasiete. "Fu6 antalio, segin Norefa, sin6nimo de negro curro del (1) En un aeto, estrenado en 1868, eserito por P. N. PEQUEfq y F. FERNANDEZ (2* edici6n, Habana 1868.) (2) VWase en el studio comparative de REYES sobre el negro crio- 11o y el africano, en la Bevista de Cuba, Habana, tome 59 pig. 156.