ARCHIVES DEL FOLKLORE CUBANO


 II

 SQui6nes eran los Curros del Manglar?
 La tradici6n y los escritos contemporineos-porque, re-
pito, ya no existen los negros curros-nos los pintan como
unos negros desalmados, matones, referteros y asesinos, que
existieron en el hampa de Cuba durante el siglo XVIII y pri-
mer tercio del siglo XIX, y se diferenciaban de los demks ne-
gros por variedad de caracteres psicol6gicos y sociales, sufi-
cientes para hacer impossible su confusion con ningin otro
tipo de la mala vida de aquel entonces, ni de 6pocas, ni de
paises distintos.
 El negro cutrro del Manglar es un tipo propio de la Habana
hasta mediar el siglo XIX. Fuera de ella y de esa 6poca, quizA
no podri encontrdrsele.
 Se dice que los hubo tambien en Matanzas por esa epoca.
La vida de las ciudades secundarias de Cuba imitaba la de la
capital; y Matanzas era centro entonces de la riqueza azucarera
y, por tanto, esclavista. La vida cubana de Santiago, Puerto
Principe, Trinidad, Sancti Spiritus, Remedios, etc., fue algo dis-
tinta en costumbres. No se recuerda que en esas villas pasea-
ran sus guapezas los negros curros.
 No hubo blancos curros del Manglar. Los curros fueron
siempre "de color", por lo que. la raza es su primer distintivo.
 Y ademAs de negros, fueron siempre libres. No hubo, no
era possible que hubiese verdaderos curros esclavos; al menos,
esclavos consentidores de la esclavitud, pues si hubo algunos
curros eselavos pr6fugos o cimarrones (1). La vida curra, sus
manifestaciones externas, su misma psicologia eran incompa-
tibles con la seryidumbre. Cuando algunos sefores blancos
de aquellos tiempos tuvieron curros a sus 6rdenes, jams los
contaron entire sus esclavos; por lo menos entire los que seguian
en servidumbre.
 Pero decir negros libres en aquella 6poca en que la escla-
vitud negra en Cuba entraba en su apogeo, era casi decir ne-

 (1) En realidad el vocablo cimarr6n (de cima) no armoniza con el
curro, que fud tipo urban, mientras el cimarr6n era rfstico y montuno,
como huido en la espesura de las selvas y hasta apalencado en las an-
fractuosidades de la sierra bravia.