JIGUES la propiedad del basilisco, la ojeada de Medusa; cuando querian matar algfin ne6fito, que eran muchos, fijaban sus mortiferos ojos en l1 y a poco desfallecian destruidos por la terrible con- sunci6n o tisis. Tambien es fama que legaran al extranjero cors6 el funesto don de arrebatarnos en flor las hermosas hijas de Cuba en los tiempos que alcanzamos. Los jigiies desaparecieron en Bayamo, filtima provincia en que se conocieron teniendo su morada en la laguna de Ana Luisa; en la Habana se qued6 uno hasta los filtimos tiempos, y algu- nas de nuestras nodrizas contaban a los niios que ellas le ha- bian visto entrar en la bahia, negro como el azabache y cubier- to con su larga y poblada cabellera, el dia de San Juan, y que el tal jigiie estaba en comunicaci6n con algunas personas a las cuales revelaba el future. Todavia hoy se rompen dentro de vasos de agua huevos que expresan en figures ya conocidas, o que la imaginaci6n crea, el destino del hombre en la tierra. Asi la misera condici6n nuestra busca en lo maravilloso que estA fuera de nosotros, explicaeiones de los misterios de la creaei6n: este ser tan d6bil y tan fuerte, tan misero y ta nnoble; en ese conjunto de cuerpo y alma que nos present como el eslab6n que une la tierra al cielo, la material al espiritu, el alma a Dios. Habana, 1848. NOTA ADICIONAL.-Debemos esta tradici6n escrita por el que fu6 emi- nente poligrafo cubano, a la colaboraci6n del Dr. J. M, Eligio de la Puente. Como puede observarse, Bachiller y Morales tuvo la idea de que los figiies, asi la creencia en ellos como el vocablo que los denomina, son de origen indocubano. No cabe dudar que los aborigenes de este suelo pa- trio fueron espiritualistas y creyeron en series invisibles, duendes, trasgos, genios o fantasmas, por mAs que no se haya hecho todavia el studio de sus caracteres, ni de su significado dentro de la metafisica y de la re- ligi6n de los cubanos preeolombinos. Una expresi6n de esos series fueron los cemies o zemies, de que nos hablan los primeros cronistas de Indias. VWase por todos el confuse escrito del inculto Padre Ram6n Pane, ya reproducido en estos ARCHIVOS (Vol. I) Pero no ereemos que el vocablo JIGUE sea americano de origen, como ya hubimos de decir en nuestro Glosario de Afronegrismos, de donde re- producimos la siguiente edula: "JIGUE. m.-La tradici6n de supersticiones populares ha dado nom- bre a un fantasma que, al pareeer, se presentaba en forma de figure de in- dio enano, con cabellos largos, que surgia de las aguas de algunos rios. Aun hay gentes en la comarea oriental de Cuba que relatan sucesos de jigiies como cosas reales.