LOS ALTARES DE CRUZ arrepentido, en el estilo de las poesias que se leen en los libros de devoci6n. Son, por el contrario, pldcidas congratulaciones a la cruz del florido mayo, que extiende sus brazos en amable acogida, como si hubiera olvidado el gesto de inmenso dolor y sacrificio con que se termin6 sobre ella la tragedia del G61- gota: En el medio de este altar una estrella resplandece. Es la santisima cruz, blanca paloma parece. Santa cruz de Mayo, IquB haces aqui? -Esperando a Cristo que viene por mi. -Virgen de la Candelaria, 4que le dejas a Jesis? -Una t2nica morada para que cargue la cruz. Que dicha tan grande! Que uwnin tan estrecha! Jesis en la cruz y su madre a la diestra! Sacro madero, cruz celestial, cruz invencible, estandarte real donde muri6 mi Jes9s, mi Jesius, mi Jesis... A esos cantares religiosos seguian otros de carActer profano, relatives a detalles de la fiesta: unas veces alababan el buen acierto de los duefios de la casa, o la habilidad con que la madrina habia desempefiado su cometido: iQue lindo que estd el altar iDichosa quien lo compuso! Y nas dichosa serd la que las manos le puso.