ARCHIVES DEL FOLKLORE CUBANO Pero aquel humilde altar, de cruz, construido para solaz de unas muchachas de servicio en una cochera abandonada, s61o me habian permitido former una muy imperfeeta imagen de lo que habian sido anteriormente, segfin cuentan, alli en los buenos tiempos viejos, cuando llenaban, a mAs de eu funci6n religiosa, y aun por encima de ella, otra de social traseenden- cia, ofreciendo a la gente moza de la clase media una oportu- nidad para hablar a sus anchas, para bailar y enamorarse en una 6poca en que la mayor rigidez de costumbres dificultaba en cierto modo las frecuentes reuniones entire j6venes de di- ferentes sexos. Fueron entonces el entretenimiento caracteris- tico del travieso mayo, y no es de sorprender que a ellos acu- diese la juventud, tanto para gozar de unas horas de mAs o menos inocente holgorio, cuanto para honrar, de una manera que tenia much de pagana, la sagrada insignia que ostenta- ba el altar levantado por alguna deVota vecina. DedicAbase a 6ste generalmente un palio de pared de la sala o de otra pieza important de la casa, y se inauguraba el tres de mayo-dia en que la Iglesia con memora la Inven- ci6n de la Santa Cruz-en forma casi humilde, pues estaba reducido a una simple grada con un par de candelabros y una cruz, eneerrado casi siempre el conjunto por un raco de ma- dera flexible, que cubria una tela recogida a bullones. Mas de dia en dia iba el altar creciendo en magnificencia, bajo la pro- tecei6n de los padrinos de la fiesta, pues era costumbre que cada noche los duefios de la casa designaran con tal earieter a uno de los concurrentes, por medio de una ceremonia que consis- tia en ofrecerles, en bandeja de plata, una copa de vino y un ramo de flores, distinci6n que obligaba al padrino-y de ahi sin duda la frase "echar el ramo" con que se comenta una comisi6n enojosa o dificil-a costear a la noche siguiente los refrescos, la mfisica y el decorado del altar, si bien esto iltimo, euando se nombraban dos padrinos-hombre y mujer-corres- pondia mks bien a ella. Asi, favorecido por la habilidad del duefio de la casa que ponia su altar bajo la protecci6n de los visitantes mas generosos, y por la emulaci6n establecida entire el nuevo padrino y los anteriormente nombrados, se complica- ba cada vez mis el aparato de la fiesta, tanto en lo referente a golosinas, bebidas, baile y misica, euanto eo lo toeante al