ARCHINTOS DEL FOLRWLORE CU1BANO de los pueblos no civilizados, en los euales el element esen- cial es la fe, la creencia absolute en a leyenda o en el cuen- to narrado, en los nifios civilizados, los elements de la narra- ci6n, faltos de fe, se almacenan en sus cerebros, para combi- narse en las crePciones de su imaginaci6n, nuevos cuentos y leyendas, "por una actividad mental poetica, en el sentido corriente de la palabra." El primer narrador que tiene el nifio es la madre y es la primera criatura que le acompafia en sus juegos. Poco a poco, del mismo modo que le ensefia a dar pasitos, como pre- paraci6n para la march y el salto, la madre gradia los jue- gos y cantares de sus hijos, como psie6loga consumada: pri- mero es la copla de cuna con que lo duerme; despubs es la series de juegos con los cuales procura hacer conocer o pronun- ciar nuevas palabras, con risas y carifios; (el pon-pon, el po- llito, aserrin, aserrin e,tc.), mis tarde son pequefios cuente- citos que no tienen finalidad, con el objeto de despertar su imaginaci6n y su memorial y forzar dulcemente la atenci6n infantil; (este era un gato..., el gallo pelado, etc.) y juegos d ensefianza como el de los deditos, que les hace distinguirlos y conocer sus nombres. Cuando la atenci6n es m6s d6cil y la memorial mas viva, siguen a las pequefas narraciones, los cuentos, los juegos mas complicados, las rimas, (en las nifias, con preferencai, los ro- mances) y la adivinanza en iltimo thrmino, como resultado de un process intellectual mas elevado, donde la reflexi6n y la asiciaci6n de ideas, juega un important papel. En suma, como cree Machado y Alvarez, except las co- plas de cuna, que no son cantadas por los nifios, aunque las nifias arrullan a sus mufiecas con los mismos cantos que le oyen a la madre, todas las demAs manifestaciones del saber y el alma de los nifos, es una forma de juego. Todo en el ni- no es juego. "Las rimas infantiles, deben reputarse, a mi juicio, (1) mks que como verdaderas caneiones, como juegos; no de otro modo que las adivinanzas, de antiguo abolengo en su mayor parte, y simplisimas casi todas, con que los nifios, ya de cierta (1) Machado y Alvarez.