ARCHIVOS DEL FOLKLORE CUBANO Corre fuente, corre fuente que en ti me voy a bafiar. Cuando yo era Conde Olinos tf me mandate matar; cuando yo era olivar ti me mandaste cortar, ahora que yo soy fuente de ti me quiero vengar; para todos correr6, para ti me he de secar! Conde Olinos, Conde Olinos, es nifio y pas6 la mar. La version precedent esta llena de reminiscencias de otros romances, inoportunas las mhs de las veces. Quizis sea por esta particularidad una de las posteriores elaboraciones del tema; ninguna conserve, sin embargo, con tal viveza, el espiritu de la leyenda. El verso inicial, que sirve tambiin, como en tantas otras canciones populares, para concluir el romance, es por si solo una admirable condensaci6n de la vaguedad y el mis- terio de este canto traditional Conde Olinos, Conde Olinos, es nifio y pas6 la mar. Ningin nuevo pormenor sabremos de nuestro personaje. El an6nimo poeta (aceptemos que toda poesia popular tiene su cen- tro en una individualidad poktica, se aparta del procedimiento descriptive, tan raro siempre a los romances de origen foras- tero; ningin rasgo fisico ni moral ha de darnos del protagonista, y aquellos dos versos serin suficientes para que nos represente- mos su fisonomia moral, para que la sintamos como realidad vi- viente, no menos profunda en sus lines de ficci6n que las de las vigorosas figures de los grandes eielos hist6ricos. Todo el ro- mance responded al caricter de los versos iniciales. Un ambien- te ideal envuelve a sus figures un secret sentido de perdurabi- lidad se sobrepone a los humans designios y a la fatalidad his- t6rica. Moririn los amantes, el olivar seri cortado, la rama verde que se levanta sobre el sepulcro del caballero sera arran- cada una y otra vez. No importa. Quedari la fuente de aguas