DE COMO SE ESPERABA A LOS REYES MAGOS Jos6, que entonces no se lainaba ms que Pancho, Pepe o JosB "a secas", aunque andando el tiempo alguno de ellos llegara a ser Excmo. Senior. Un infeliz hijo de Galicia que el afio ante- rior habia desembarcado en esta ciudad buscando fortune y acomodo, y en la bodega o almacen de algun pariente o amigo ocupaba, por ahora, el alto puesto de fregador de plates, mozo de recados, o mandadero. Y no vamos a critical los humildes principios de su carrera, puesto que mis tarde sera duefio del establecimiento, official de voluntarios, personaje prominente... Pero ahora ocup4monos tan s6lo de Pancho, de Pepe o de Jose. Viste las alpargatas y el pantal6n de pana de todos los dias, realzando su figure con una vieja casaca, adornada con enormes botones de cart6n, y un sombrero de copa, embutido, a fuerza de pufietazos, hasta el cogote. Lleva una larga escalera, un farol y una campanilla. Enterado por sus compafieros y paisanos de que los Reyes Magos llegan esa noche, se ha apresurado a ir en su busca con la esperanza de obtener esplendida recompensa. Con gran algazara y griteria recorre la comitiva numerosas calls. Se oyen campanillazos, ruido de latas y gritos de "iA esperar los Reyes!" -iVamos a las murallas! jvamos a las murallas!-gritan todos. Y hacia las murallas se eneaminan. Ya es de noche por complete. Numerosos faroles y antorchas iluminan la grotesca eseena. -iAlto! lque suba el de la escalera! jpor ahi vienen los Reyes!-Y Pancho, Pepe o Jos6, ingenuo y ambicioso, arrima su escalera a la muralla y trepa hacia lo alto. Los de abajo le hacen recorrer a lo largo el alto muro.-i Hay que alumbrar el camino a los Reyes! iLa recompensa sera magnifica! Y el tonto e infeliz se afana por hacer lo que le indican, sofocado, sudoroso. Busca en vano, se agita, se desespera, y cuando cansado ya, pretend bajar, encuentra que se han Ile- vado la escalera. Entonces los gritos arrecian. Piedras y bo- las de fango pasan como proyectiles silbindole los oidos. El escAndalo es insoportable. Por filtimo, una voz le grita: -iNo te impacientes; esp6rate ahi hasta que lleguen los Reyes!... Y poco a poco se van apagando los gritos, la algazara dismi-