RETIEO DE PERIODISTAS Allan Poe, un Allan Poe bien distinto, que bajo la capa t6trica, se perdia en la nie- bla, recorria todos los bodegones, hasta reventar el est6mago de Brandy... El Allan Poe dulee y sereno, el confereneista insigne, el poeta genial, vive toda- via. En cada obra hay un pedazo de su alma, el otro, el Ergard Allan Poe beodo, pendenciero, el alma que se paseaba por las notches bajo la capa negra, pavorosa, muri6 ahito de bebida, exhausto por el alcohol, muri6 de Delirium-tremens la noehe del 7 de Octubre de 1849 en la ciudad de Filadelfia... Ni remotamente uno tenia semejanza con el otro... El Oscar Wilde, orfebre maravilloso del Retrato de Dorian Grey, el Oscar Wilde que con una camelia en el ojal del saco, era el arbitro de la elegancia londinensa, el forjador supremo de "La Cfrcel de Reading", no era el Oscar Wilde nocturno, el Oscar Wilde, que tosco, frio, indiferente, paseaba por la niebla, un coraz6n en- jaulado, preso en los tentaculos de la mas abominable de todas las pasiones... IEn la gondola azul del infinite, el hombre no tiene ni siquiera la satisfacci6n de conocerse.... &C6mo extraflarnos de que existan hombres buenos y hombres malos, cuando esta dualidad, puede vivir opuesta e inseparable en un solo individuo... Ante nuestros ojos, siempre habra de levantarse el misterio de la creaci6n... El infinite, sera siempre el horizonte que custodia el misterio... y ese misterio vi. vira siempre en la vida, en la muerte y en nosotros mismos... Si somos hechura del creador del mundo, si levamos su forma, tambi6n tenemos que levar un pedazo de su alma y el alma de Dios es inmortal... Y sicndo el alma inmortal, Ide d6nde venimos cuando nacemos... t Hacia d6n- de vamos cuando morimos...t IEsta alma nuestra, ha sido de otro cuerpo en otro tiempo...? IPor quB simpatizamos con personas que ni siquiera conocemos... Por qu6 odiamos sin motivos... Acaso, (no vemos personas que recordamos ha- ber conoeido sin haberlas visto nunca... iFrio, imperturbable, con la serenidad de las estrellas que se mecen en la b6ve- da infinite, siempre ante el hombre se levantard el misterio... Y 1. taberna en taberna, como de temple en temple, iremos siempre dando tum. bos por la v'da, iremos de la nada hacia la nada, sin saber qu6 luz nos ilumina las entrafias, sin conocer siquiera nuestro nombre... IMol6cula insignificant en esta g6ndola azul del infinite, vamos bogando en un oe6ano de tinieblas...! Sin pupilas para ver, sin una luz que nos guie nuestros pasos, el hombre le hace la guerra al hombre, y matamos sin saber a quien mata- mos... jQui6n es capaz de penetrar en el misterio... f Qui6n duda que el aviador que cubre las ciudades de metrnlla, pueda matar a la mujer que le di6 vida en otra vi- da... t Quidn duda que asesinemos a nuestros propios hijos...t jAnte el dintel de lo deseonocido, hay un grito que nos lega de otra vida...! IEs la voz de la creaei6n...l IEs la voz de las horas tras las horas...! ILa voz de los dias tras los dias...! iLa enorme cadena sin fin y sin principio, que apri- siona al infinito...! iComo los dias, como las horas, asi deben ser las almas de los hombres... iUna que viene y otra que se va...! Son las mismas o son otras... SQui6n responded a esta pregunta... iNautas perdidos en un oecano de tinieblas, vamos bogando en esta g6ndola azul del infinito... ! ICualquiera que sea nuestro rumbo, jamAfs saldremos de 61 porque el infinito e, Dios ....!