RETIRO DE PERIODISTAS PLAGA DE PERIODISTAS Por P. DIAZ DEL GALLEGO. En ningin pais del Globo-lo decimos On iinfansis-puede existir un nfmero dc periodistas tan crecido como en Cuba actualmente. Aqui, el que mis p el que me- nos, es "periodista", fu6 "periodista" o apudiera llegar a ser periodista. La Prensa Nacional, tanto la de la Rabana coim nla dv provincial, a fuer de dem6crata y hospitalaria, mantuvo sus puertas siempre abicrta, a todo vocero de la opinion pfblica, y de esa bondosidad se produjo el fendmcno. Cnalquier ciudadano, con o sin cult-ra, alguno de dudosa moral, hall casi siemipre en la complacencia de los editors o jcfes de peri6dicos, un chance ficil pari publicar sus dcsmanes politicos, sus desahogos literarios, sus aficiones deportiv;.s sii s clciubracioncs sociales. Tam- bi4n, no pocas veces, a ese ciudadano se le prov'y dei un carnett" que le sirviese por lo renos para entrar gratis en los espectieulos pfublicos o viajar en ciertos ve- hiculos sin abonar el pasaje. Asi este tipo di earnet ptriolistico y de colaboracio- nes espcntfneas, aunque se dedicase a otras :ictividad(s Ains lucrativas que las del peri6dico y en ellas se enriqueciese sin haber figuir:id, (n s n6minas de las casas editors, resultaba de hecho un periodista. viniondo a numentar de una manera es candalosa cl staff de la Prensa al sumarse a Ins de oficio, esto es, a los que tienon comno principal medio de vida el peri6dico. Existen por tanto, dos classes de periodistas (n el pais: el "amateur" a quien acabamos de referirnos, y el que labor de o(fcio y