EBTIRO DE PERIODISTAS profesionall iEs en la redacci6n del peri6dico al que va, quizas, a eseribir o dictar su articulo o s6lo a ponerse en contact con sus colegas y conocer las ultimas noticiast Es en el teatro, en el mitin politico, o en su hogar, cuando lee un tra- bajo critic, o un studio hist6rico, o, adn mis, durante sus comidas en la conversa- ei6n con amigos cuando una idea irradia a trav6s de su mente, promoviendo otras ideas en su actividad que le permiten reconstruirlas o ampliarlas y preparar la com- binaci6n para desarrollar un articulof jEstA trabajando o est& deseansando cuan- do viaja o cuando lee? iPuede 61 mismo diferenciar exactamente el moment que dedica a su trabajo professional de aquel que reserve para su recreo, deseando no ser perturbado en 617 No es nuestro deseo considerar al trabajador intellectual como un ser cuyo es- piritu indomable, se revela contra todas las disciplines, trabaja a su manera, y lanza inespcradamente sus pensamientos sin respetar tiempo ni lugar. Para estar seguro, el trabajador intellectual tiene sus moments de deliberada concentraci6n, 61 tie- ne su mesa de trabajo, donde la mayor parte de su esfuerzo tangible es realiza- do. Pero rodeando esos moments de intense y disciplinado trabajo, que varia con el individuo, hay una imprecisa zona en !a cual no se puede decir que 61 ha terminado su labor professional, pero en ella, por otra part, no puede recono- cerse la aetividad professional con exactitud. Ante esta dificultad para distinguir el period de real actividad professional en la vida del trabajador intellectual, de aquellos que pueden ser contados como de descanso, hay que agregar en el caso de ciertas profesiones aquellas que com- prenden la suma de periods de actividad professional realizada en diferentes lu- gares y he ahi la real situaci6n en la mayor parte del periodismo. Suponiendo que se haya podido dar una exacta definici6n del trabajo perio- distico, y decidido, dando de mano a todos los periods de producci6n mezelados con los periods de descanso, ya sea el tiempo invertido por el periodista asistien- do a una comedian con vista de producer un articulo sobre ella, el tiempo que otro invierte en un tren dirigi6ndose a una poblaci6n cercana para asistir a algin aeontecimiento, o el tiempo que otro dedica a la lectura de obras necesarias para documentary un articulo, deben ser considerados como obligaciones efectivas; su- poniendo en fin, que una complete definici6n del trabajo periodistico ha sido lograda, serA adn necesario contar todos los moments de esa actividad al ob- jeto de reconstruir el dia de trabajo del periodista. Esto de todas maneras es un empefio irrealizable. El tiempo que cada perio- dista dedica a su trabajo, no puede ser contado miauciosamente, ya que las con- diciones varian con el cargo y con la persona y su trabajo es generalmente hecho en parte en la redacci6n, part fuera de ella, (en la ciudad, tribunales, etc., etc.) y parte en su hogar. Nos vemos compelidos para llegar a la computaei6n de ho- ras, al dnico period controlable con claras lines de limited, aquellas en que el periodista permanece en la redacci6n del peri6dico. Son 6stas las horas que se tomaran como horas de trabajo del periodista en el siguiente andlisis breve. Las anteriores anotaciones demuestran cuan ligera es la relaci6n existente entire estas horas de trabajo y la real actividad professional del periodista, cono- cimiento que no podemos tener esperanzas de lograr. Todo lo que nosotros po- demos hacer es cxaminar c6mo la cuesti6n de horas de presencia en la redacci6n ha sido regulada en varies paises teniendo bien present que. esta. horas no dan indicaei6n de la suma de trabajo del periodista.