BETIRO DE PERIODISTAS Cabeza de Huevo, muchacho simp&tieo e inteligente, coniprendi6 que su situa- ei6n era comprometida y se traz6 un plan cuyo epilogo conuoverin en breve los lee. stores. Yo redactaba por esa 6poea la Cr6nica Social de "El Triunfo" y "El Figaro" y en aquel tiempo los Cronistas que interveniamos en la resefia de la concurrencis a los espectaculos, haciamos una propaganda gratuita y eficiente por lo que gozd- bamos de la estimaci6n de las Empresas a las que ayudabamos desinteresadamente. Una noche se me apareci6 en la Redacci6n de "El Triunfo". Cabeza, y me ha- bl6 de esta manera: -Vengo a verte para que me acompafies a Payret y entrar juntos, pues los hermanos M6ndez Pefiate estan intransitables y han virado a Generales como Peil- ta, Muniozguren, Carreras, etc., etc. Yo no quiero que td me identifiques como periodista porque no lo soy, s6lo deseo pasar esta vez en tu compafiia en la seguridad de que entrando contigo nada me objetarfn. Acept6 de buen grado la proposici6n y enfilamos hacia Payret en cuyo p6rtico ya habia congregada una gran muchedumbre que conocedora del drastico acuerdo de la guerra sin cuartel al ejdreito botelleril iba a solazarse cada vez que de la trin- chera de la entrada era rechazado uno de sus soldados de fila. Cabeza de Huevo, tan popular en aquel medio, fu6 reeibido al ser divisado, con una ovaci6n. El instant era solemne, los grupos se adelantaron a vernos pasar. La botada de Cabeza de Huevo era ansiada por aquel element para regocijarse con lo que a aquel infeliz amigo liabria de ocurrirsele al inieiar su retirada. Y subimos magestuosos la escalinata breve de Payret. La situaci6n pareeia salvada, los M6ndez Pefiate no estaban por el vestibulo. El Jefe de Puerta nos recibi6 y contest solicit el saludo cordial que le dirigimos. El era el eneargado de determinar los que tenian derecho a la entrada; se dirigi6 a Cabeza y le dijo en esta forma: Al senior si lo conozeo como periodista y puede pasar, pero, y usted? -Yo me qued6 estupefacto ante aquella escena imprevista. Y entonees fu6 que Cabeza con aire patriarcal y dirigidndose a los porteros les dijo: El seflor ee periodista, y yo lo identifico. La funci6n, dentro del teatro qued6 paralizada breves moments, porque la ovaci6n del pfblico de fuera a Cabeza de Huevo hizo que la concurrencia ansiosa de conocer lo que sucedia se apresurara a salir al exterior a indagar las causes de aquel alboroto.