RUBTM0 DE PEMIODISTAE oomel'. Ni tampoco nos abstendrenos todos del arroz porquc al diabltico le hace da'io. EN EL ORDEN CRONOLOGICO. Al decir quc Amdrica brind6 ai'! undo, inmediatanm zt te d su dcscubrimicnto. "la plant amable que da el h7no", c.se huino fragutte q,1'. ya ,iaestros siboneye' aspiraban con delicia, estamos tambien diciendo cudl es la mas antigua entire las in- dwstrias cubanas. No la trajeron, sino que aqui la hallarcn, aunqfue en form rudi- mcntaria, los descubridores. Mitodos mds apropiados--tec(icismo-habriant de per- foccionar despuis el cultivo y la elaboracidn para difundir por c! orbe entero la ju:- ta famwa de la hoja que se rosecha en nuestra tierra privilegiada de Vuelta Abaja. Pero hay mds afn en el orden cronol6gico. No s6lo que sea ista a prinbera en- tre las industrial de Cuba, sino que al ddrsele desde un principio a nuc.stro tabatv4 el nombre de la ciudad por cuyo puerto era embarcado, result que la palabra H'- bana" es tmbidn el mas antiguo nombre commercial de 4imnrica, segin qued6 est,'- blecido en 1928 ante la "Federal Trade Commissidn", de los Estados Unidos, con motivo de un juicio por uso indebido de di,'ha denominacidn. EN EL ORDEN POLITICO Todos estos factors bastarian para justificar en nosotros, fumadores a, no, unYt devota simpatia por nuestrt industrial tabacalera. Y, sin embargo, todavia tenemos qjue considerar muy especialmente su vincula- cidn estrecha a nuestras luchas libertarias desde los mds remotos tiewmpos. En tr.s diversas ocasiones, desde la fumdacidn de la Factoria hasta 1723, se produjeron al- zamientos de vegueros 'ontra el sistema, pagando algunos con la vida en Jesus t', Monte sus rebeldias. Viase, pues, cdmo en fecha tan tenwprana, apar' e ya unid, el tabaeo a nuestras ansias de libertad. Lo reciente es de sobra conocido. Durante la primer guerra por In indepin- dencda, numerosos fabricantes tuvieron quo emigrar a los Estados Unidos, comenzant- do asi el exodo de nuestras fdbricas a Tampa y Key West, donde afios mis tardr habrfan de constituir tribunal para la pridica inflamada del Apdstol. En aquelos talleres de La Florida obturo Marti el conrurso abnegado de lo. tabaqueros- el obrero cubano por excelencia- levantando asi los primeros fond's para la guerra emancipador0a. He aqui otra razdn poderosa para unir a los hijos de esta tierra en simpatit y gratitud a su industrial tabacalera. EN EL ORDEN ECONOMIC. Dejando ahora todo sentimentalismo a un lado, entremos en el aspect econd- mico de la cuestidn y tendremos que del tabaco dependent en Cuba para subsistir o utcrar, dire'ta o indirectamente, y sin exageracidn alguna, no menos de mill6n y me- dio de personas. A ello se debe que las flu'tuaciones en el precio de este product",, como en los del az4car, repercutan inmediatamente en casi todos los demds intereses, en la economia misma de la naci6n, lo que no ocurre por cierto con ninguna otra de mnestras industries. Se evidencia asi, per tanto, que el tabaco es uno de los dos products bdsicos de Cuba; y que cuanto hagamos todos para contribuir at mieoramiento de esta futm- tV de riqueza, procwrando la expansidtn commercial de nuestro in,'omparable tabaco habano, serd siempre labor constructive, verdadera obra national.