BETIRO DE PERIODISTAS eoneepto de "capacidades"--los profesionales, los que poseian cualquier titulo aca- d6mico, los que ejerciesen eualquier funci6n delegada ie ;.iutridad (con lo que in- eluian a los guardias municipales y a los "socios de ocasi6n" que eran los depen- dientes de almacenistas y bodegueros, en su casi totalidad peninsulares) el senior Ministro "apretaba las tuercas mas ain" pues concedia el voto como "capacida- des"... ia todos los alistados en los Cuerpos de Voluntarios! Ante tales noticias, la agitaci6n piblica en la genuina poblaci6n cubana, fue intensisima. La tribune y la prensa liberal vibraron iracundas; y los estudiantes de la Universidad habanera celebraron ardorosa asamblea en el sal6n de actos del Colegio de Abogados, que entonces estaba en una vieja casona de la calle de Mer- caderes. La asamblea estudiantil fu6 presidida por el estudiante Juan Antiga y Escobar (hoy nuestro Ministro ante la Confederaci6n Helv6tica) y por lo caldea- do de las pasiones, a punto estuvo de convertirse en motin. En honor de la ver- dad, ech6 abundante aceite al alborotado oleaje, el tacto y mano izquierda del de- legado del gobernador civil, que asisti6 a la rcunidl n eiunpliiniento de un precepto imperative de la ley vigente. Fuo entonees, al dia siguiente de la asamblea estudiantil, cuando se apareci6 don Jos6 Maria Galvez en "El Pais", con un sueltecillo de dos cuartillas. El director, Del Monte, lo ley6 detenidamente y se lo devolvi6, dici6ndole: -Jose Maria, esto no puede publicarse en "El Pais". Gilvez no formula protest alguna, y se :-uard6 las cuartillas en un bolsillo de su saco. Al travis del tiempo, este episodio rs imuy interesante. Es una hermosa prueba del concept que entonees se tenia de las responsabilidades y los derechos. Advibrtase que Galvez no solo era el Presidente d(el partido, sino tambiin fuerte ac- eionista de la empresa que editaba el peri6dico... Alguien cont6 el incident a don Antonio San Miguel, y este comision6 a su reporter Arturo Mora y Varona (el simpatico y talentoso "chato" Mora) para que le pidiese el suelto al jefe del autonomismo. Gilvez se lo entreg6 sin vacilar. El suelto, poco mis o menos (rememoramos sin textos a la vista a los cuarenta y seis afios le lo que contamos) decia asi: -"No vemos motive de alarma ni indignaci6n pfblica. Cualesquiera que fue- sen las intenciones que inspiraron las proyeetadas reformas del senior Ministro de Ultramar, nosotros las encontramos saturadas de un profundo sentido prictico, que a poco que se examine en nada puede lesionar el interns legitimo de los liberals cubanos. Si lo que pretend el senior Romero Robledo es hacer graciosamente elee- tores a todos los miembros de la milicia voluntaria, ya sabemos el eamino: a o,.hen- ta mil bayonetas opongamos otras ochenta mil bayonetas''. Y terminaba el sueltecito (que aparentememe no decia nada y entire lines de- cia much, tal vez pensando en las sanciones del Tribunal de Imprenta) con cstas discretas palabras: -De fijo que nadie nos ganari a gritar "'viva Espaia''. CORTESIA DE LA GRAN MUEBLERIA "LA CASA MAYOR", DE MONTE 1165, casi esquina a Tejas. Telefono A-6755.