RETIRO DE PERIODISTAS Locutores chabacanos, faltos de preparaei6n elemental para trasmisiones que deben de ser medio formidable para la divulgaei6n rdpida de noticias transeenden- tales, de gran interns para la poblaci6n, o de motives artisticos de entretenimiento y de cultural general. Pese a las leyes dictadas hasta el present, el peri6dico de radio en Cuba ha venido a agravar afin mis la mala situaci6n del periodismo national, sin que reported a la poblaci6n las ventajas importantes que son de esperar de este modern y va- lioso canal de difusi6n. Y en estas condiciones es que surge a su vida de aplieaci6n el Betiro de Perio- distas, creado por una ley de la Repfblica, tendiente 'a salvaguardar la vejez del diarista. El Retiro, como se ha dicho por altos funcionarios del Departamento de Tra- bajo que estfn obligados a vigilar la field observancia de esta Instituci6n, no es una limosna para el periodista en sus dias de vejez. El derecho a su pension la gana contribuyendo con un tanto por ciento de su salario, durante los aiios de trabajo normal, al fondo del Retiro. Lo'que pereibe en los dias de su inutilizaci6n para el trahajo, lo ha ido acumulando con su aporte partial y peri6dico. Por consiguiente, es el propio'periodista quien estf obligado a que por las em- presus de peri6dicos se cumplan todas las disposiciones contenidas en el D. L. 172, del aiio de 1935, y a que los compafieros components del Directorio del Retiro de Periodistas, sean fieles cumplidores de sus obligaciones administrativas. jPero, en qu6 instantes tan critics; en qu6 ocasi6n tan pavorosa para el pe- riodisino cubano, se ponen en vigor las eldusulas del citado D. L., que obligan a las emprcsas )periodisticas y a los periodistas a iniciar sus contribueiones al fondo del Retiro! NECESIDAD DE COOPERATION SIN RESQUIOIOS. 1Y seria cuerdo el acobardarnos y dejar morir la iniciativa mAs constructive que ha sabido conquistar la clase periodistica de Cuba? En los hombres nacidos para la lucha; en los trabajadores del diarismo, te,:lplado< por los reveses y las in- gratitudes, no caben cobardias. Los dias son de tremenda prueba para los que he- mos tornado el periolismo como finalidad, y no como nedio. Seguramente con un poeo de reflexi6n, con una cooperaci6n sin resquicios, saldremos del pantano en quo nos vemos sumidos. Los grandes cataclismos son tcrribles en sus manifestaciones exteriores: pere Ilevan en sus entrafias los gernienes de las mAs nobles y provechosas rectificaciones. A mi juicio, el viento huracanado que sopla en los campos de nuestras aetivila- des profesionales, esta a punto de ceder. Acaso presenciemos antes, estruendosas rachas que echarin a rodar organizaciones que debieron sus dirigentes saber apun- talar con inteligencia y con honestidad; mis luego la reconstrucci6n serd efectiva, y los que continden. laborando en los peri6dicos y los que vengan a llenar los hueco. que sin bajezas ni intrigas se abran en las filas, tendran un ambiente digno y ad- euado a un trabajo que debe ser simbolo de cultural y de civilizaei6n. Habana, 11 de septiembre de 1938.