RETIO DE PERIODISTAS El general Quesada, comandante en jefe de las fuerzas libertadoras, desde su campamento de Mor6n hizo Ilegar a Galvez la solicitud de que le fuesen enviadas cuarenta onzas oro, precisamente, las cuales necesitaba para fines patri6ticos. No disponia Galvez de tal especie acuiada, pero no tard6 en reunir las cuarenta pelu- conas; y la dificultad en enviarlas se obvi6 mediante la confecci6n de cuarenta mufiecas de trapo, en eada una de las cuales, entire el relleno de aserrin, fueron dis- tribuidas y habilidosamente situadas las cuarenta onzas en oro, que oportunamente se recibieron por una tienda destinataria de Mor6n, donde un enviado del general Quesada cobr6 sin novedad el curioso giro. La sefiora Cecilia Pita de Vald6s de la Torre, ilustre patriota, fu6 procesada por supuesto auxilio a la insurrecei6n. Ella design a GAlvez como defensor: v G&lvez, en eonversaci6n con su intimo amigo y contertulio, el conde de Casa Bayona y marques de Calder6n, comandante de Voluntarios ile Santa Maria del Rosario, apus- t6 una cantidad respectable a que en pleno Consejo de Guerra, en la vista de aquel process, gritaria mis de una vez iViva Cuba Libre! En efeeto: en el acto de la vista, al serle concedido el uso de la palabra, don Josd Maria GAlvez, cin medio de general espectaci6n seguida de gran asombro, :e express asi, con serenidad pasmlos;': -Sefiores del Tribunal Militar: iViva Cuba Libre! iViva Cuba Libre!... (repiti6 tras de breve pausa)... y, si, iViva Cuba Libre!... volvi6 a repetir, paia en seguida agregar:--Este es el gri- to de que se aeusa a mi defendida, y por el'cual ha sido injustamente procesadla. Injustamente procesada, me atrevo a decir, porque no esti bien probado que ella hubiese dado ese grito. Pero, aunque asi fuese, aunque la sefiora Cecilia Pita dr Vald4s de la Torre, hubiese gritado en realidad iViva Cuba Libre! tacaso con ello di6 motivo a que se alterara el orden piblico, a que peligraran las instituciones ni se conmovieran las esferast Gilvez prosigui6 luego en la defense le su patrocinada. El tribunal military eonden6 a la acusada a dos afios de destierro en Isla de Pinos. Algunos meses mas tarde, por ironia de las cosas, el propio Galvez hubo de trasladar su residencia, y la de su esposa, a Isla de Pinos, para cumplir la conlena de dos aios de destierro, como conmutaci6n de la de nmuerte, dictada contra el p7r otro tribunal military. Y a esa circunstancia se lebi6 que naciese en Nueva Gerona uno de los hijos de GAlvez, Federico. del cual fue madrina la sefiora Cecilia Pita de Vald4s de la Torre. GRAN POLEMISTA SATIRICO. Y ahora vamos a fijarnos en las cualidades ewiinentisimas de don Jose Maria GAlvez como glorioso polemista cubano, especialmente como satirico insuperable. Manuel de la Cruz, en su studio sobre las excelencias literarias de don Rinar-lo del Monte, se refiri6 a las innovaciones y procedimientos con que fu6 revoluciona- do, entonces, en Cuba, el periodismo. Admirador de la inmensa eultura y del estilo impecable de Ricardo del Monte, por identidad de gustos y i!e studios con 6ste, Manuel de la Cruz se lamentaba de que, en csa 6poca, una turba iletrada hubiese asaltado, denigrado y aplebeyado el periodismo. Reconoci6, no obstante, el agudo escritor, que aquellas innovaciones, si bien dejaban a distancia el estilo cincelado de los antiguos redactores de "El Siglo", iniciaban en el periodismo de Cuba 'una es- cuela nueva, hibrida de yankee y de frances, de lenguaje campechano, desnudo de