RETIRE DR PUBIODISTAB ,olaborador mio en los trabajos de conspiraei6n y :.yul. a l); (v-oImpaitriotas en ar- Inas durante el glorioso decenio de Carlos Manne! 4 '6 espede". En a:quel taller se inici6 nuestra amistad; luego el trato diario, el i:;i;tuo riionociiinuto. l paridad Je costumbres, las relaciones entire ambas families, c'-earon hondos afeetos, raigambre de robusta vitalidad que ain vibra y compensa Ins tristes realidades del present. Nos conocimos bien, nos fundimos, nos tolernios, nos prestanos reciproca ayu- da en dificiles moments, reimos o lloramos placeres y desgracias. Flores son 6stas de tu agrado porque ellas corserv;n, pcsc n! ticempo y a las vicisitudes, todo el perfume, toda la esencia y la freseura de sus corolas. Fu6 siempre aeicate de tu voluntad, aspiraci6n suprenia, como prenio al diario batallar, abrir a los products de tu fabrica el niereado de los Estados Unidos de America. La rigidez de sus aranceles proteccionistas fueron barrera infranqueable al ron de Cuba; los gustos de aquel pueblo consuiidlor de whiskey y lagerbeer, los tratados comerciales con otras naciones, solo te permitieron que, como prueba y tanteo, consignaras a dep6sito pequefas partidas. las que envejeelan en los alma- cenes aduanales porque los pobres recursos disponibles resultaban rilieulos en con- traste con los gastos que exigia una active propaganda del articulo, que diera re- sultados favorables en ciudades tan populosas como Nueva York y Philadelphia. Tn hermano Facundo, tan inteligente como discreto y hibil, 'lesplegaba allf sus iniciativas en concerto contigo, a ese propOsito, pIr-o en la lucha titanica sen- tia Bl, a veces, desmayo, para reaccionar despubs sus energies dignas de mejor suer- te. Por otro lado la competencia commercial en el solar native ofrecia grandes ven- tajas a tus competidores mereed a la protecei6n y tolerancia official que amparaba el fraude a despecho de la ley escrita y de la vigilancia privada y costosa que resul- taba ir6nica. La isla en guerra contra Espafia, la devastaei6n de las siembras en los campos de cala, las dificultades y peligros de la recolecci!n del dulce zmno. material prima de tu industrial, constitulan otros tantos factors en oposici6n a tus designios y hasta la fatalidad se interpuso provocando con la< llamas la destrucei6n de la fa- brica. Casi en ruinas qued6 aquella colmena de lahoriosas aleins. Ain recuerdo la bacteria de toneles de reserve que lograste salvar y que alineados bajo un teehado de zinc colocaste a lo largo de la entrada para su relleno con los nuevos caldos en fabrieaci6n; en un rinconcito la oficina provisional en miniatura y el pasillo sin defense en la pavimentaci6n, anegado por las filtraciones y corrientes del subsuelc. Y a pesar de tantos y tantos inconvenientes al parecer insuperables, no perdida Ii fe en el propio y personal esfuerzo, ni agotado el espiritu constructive de abolengo, pudo eerrarse la fachada con ladrillos refractarios donde luce y campea hoy el mur- riblago, la inarca de fAbrica de famia universal: asi comno pldiste realizar otras mejoras. La Repfiblica advino y con ella se abrieron nuevos horizontes a la producei6u que culminara en la compafiia an6nima que hoy rige y administra la colosal elab:- raci6n para honra de la ciudad que fundara el adelantado don Diego VelAzquez de Cunllar. Poco, sin embargo, pudiste disfrutar del prodigioso cambio: la edad, la brega anterior aniquiladora minaron tu organismo, la lueha internal entire la aspiraci6n noble, la duda punzadora, la desilusi6n enervante, habian yai ranajcado el eamino que conduce al bosque sombrio a cuya entrada impone sei!ncio con mandato impe- rativo la siniestra Deidad de cueneas vaeias v desearnadl. ,salnenta.