BETIBO DE PEBIODISTAS tiroteos y de los rigores del hambre, cal:alidad frecuente en los campos de Cuba re- belde. Auxiliar fiel y eficaz de Mariano Corona en aquella empresa periodistica, de pure patriotism, fu6 Daniel Fajardo Ortiz, adiministrador de "El Cubano Li- bre" en la guerra y en la paz y veteran superviviente del Ej6reito Libertador del 95, que puede relatar con todo el acento de la verdad la odisea del 6rgano de la Revo- luci6n en el mismo campo de la lucha armada. El propio Daniel Fajardo tuvo la feliz y prictica idea de componcr e imprimir, en el ruistieo taller de "El Cubano Li. bre", una cartilla para ensefiar a leer a los ninios habitantes del territorio de Cuba en armas, guajiritos hijos de aquellos mambises" que "rallaban el eorojo" en la pelea, como se decia en el tipico lenguaje de los soldados libertadores de Cub;. Un co- rresponsal en campafia del "Journal", de Nueva York, segfin recuerdo, en un libro que public sobre nuestra guerra del 95, tuvo elogios para "El Cubano Libre", cuyo taller campestre visit y del eual di6 un dibujo, y tambi6n para la eartilla de lectura de Daniel Fajardo, de algunas de cuyas paginas incluy6 un facsimil en s interesante libro. Es de admirar c6mo pudo sostenerse durante los tres arios de la terrible eam~paiia del 95 al 98 la publicaci6n de "El Cubano Libre", a pesar de las hostilidades quei ]o amnenazaban continuamente, no s6lo de las tropas espafiolas sino tambi6n del mle- dio ambient natural en que se encontraba, en pleno bosque, bajo temporales dr Im- via y viento, la influencia del t6rrido calor y la eareneia absolute, a veces, de tolo element o redio de subsistencia y de albergue; y es de admirar tambidn c6mo lo- graba difundirse aquel peri6dico dentro y fuera de Cuba, a trav6s de todas las po- blaciones ocupadas por el Gobierno espafiol, v e6mo lleg6 a sostener eanje hasta con peri6dicos adversos como el "Heraldo de Madrid". Escritores de fuste y patriots eminentes como el general Mir6, Ediardo Yero, Fermin Valdes Dominguez, Fede- rico Perez Carb6, Porfirio Valiente, Modesto Tirado, Rafael Pull4s, "El Cautivo", Emilio Bacardi Moreau y otros colaboraron en la hoja heroic dirigida dignamente por el comandante Mariano Corona Ferrer, quien tuvo el honor de llevarla, como una bandera triunfal, en septiembre de 1898, de la manigua a la ciudad de Santiago de Cuba, done continue publicndose, ya con caracteres de rotativo modern, hasta noviembre de 1926, en que, pnr obra de complejas eircunstaneias, desapareci6 del campo de la prensa y translligr6 a la vida del reeuerdo aquel vibrant e ilustre pe- ri6dico que, por ]a eficacia de su aetuaci6n en el period de la guerra, mereci6 que Antonio Maceo lo comparase con un cuerpo de ejereito, y euya existencia, acreedora a la proteeei6n del Estado, por su carfcter de 6rgano del espiritu nacionalista cuba- no y por su glorioso origen, al ser fundado y restaurado, en las mismas entraiias de la Revoluci6n, per CBspedes y Maeeo, respectivamente, debi6 ser tan perdurable co- mo la de la propia Repfblica a cuya creaei6n supo cooperar con el fervor idealista de sus articulos, muchos de ellos semejantes a himnos de combat y de victoria. Fecunda tambi6n, y especialmente meritoria y lovable por los riesgos y peligros que tenia que arrostrar, fu l:t patri6tia. labor de la prensa cubana, de espiritu se- paratista, que existi6 dentro del cerco de la realidad colonial, bajo el sable de los militares y el lpiz rojo de los fiscales hispanos. Ejemplos cabales de aquellos be- nem6ritos paladines de la embrionaria nacionalidad cubana fueron "El Triunfo", de Eduardo Yero Buduen, en Manzanillo y Santiago de Cuba, sucesivamente; "La Doetrina", de Jose Mir6 Argenter, en Holguin, y "El Liberal", del mismo Mir6. en Manzanillo; "El Criollo", de Gast6n y Arturo Mora, Francisc,, Varona v Blas Sandrino, en La Habana; "La Plrotesta", de lo.s !ihrm:,no,s 1'satorr. ;, on (ienfuegos;