conservar en el inejor estado las obras existentes y en ter- minar las -que se encuentren en vias .de ejecuci6n. Seri de- ber suyo propender al desarrollo de los ferrocarriles, dan- do a los capitals en ellos invertidos toda clase de garan- tias, estimulando al mismo tiempo la existencia y mejora de las Empresas ya constituidas y el estableci'miento de otras nuevas que vengan a emplear su actividad al amparo de las disposiciones vigentes 6 de las que se dicten en lo su- cesivo. El Ejecutivo tiene present el compromise que el Go- bierno de la Revoluci6n contrajo con el Ej6rcito Liberta- dor, y si no indica ahora medio alguno para cumplirlo, se debe a la mala situaci6n econ6mica del pais y h no cono- cerse todavia los recursos con que cuenta el Estado para haccer frente i las atenciones ordinarias de la Adminis- traci6n. Lamentable es que de moment no pueda atenderse A una obligaci6n tan sagrada como la de recompensar los ser- vicios de los que lucharon con las armas en la manoo, y la de aliviar la triste condition en que, actualmente, se en- cuentran las viudas y hubrfanos de muehos de los que mu- rieron gloriosamente por la Patria. Muy satisfactorio debe ser para nosotros que la Re- pfiblica de Cuba haya sido oficialmente reconocida no sola- mente por los Estados Unidos, sino por los G'obiernos de la Gran Bretafia, Italia, Francia, 'I6xico, Guateomuala, Nica- raguna, Santo Domingo, Ecuador y Paraguay. De esperar es que asimismo la reconozean otros Gobier- nos, y que blabremos de contar con la amistad y buenos de- seos de las Naciones extranjeras. Por nuestra part hemos de aprovechar la ocasi6n de cultivar con todas ellas las 'mAs cordiales relaciones, pro- curando celebrar los tratados de amistad y de comercio que sean favorables A los intereses de Cuba. Para facilitar esos resultados, tendremos que acreditar agents consula- res en distintos paises y aquellos representantes diplomia- ticos que se considered ne'cesarios. Pondremos, ademAs, especial empefio en que exista siemnpre una perfect inteligencia entire los Estados Uni- dos y nosotros, A fin de que no haya nunca la menor difi- cultad en el arreglo de aquellos asuntos politicos y econo- micos que afecten en comfin a ambos paises. Si es notoria la conveniencia de que nuestras relacio- nes con otros Estados sean amistosas y cordiales, es cier- tamente much ni'as necesario alin que dentro de la Repfi- blica se mantenga .un elevado espiritu de concordia inque- brantable, que aproxime unos A otros a todos sus habitan- tes y los funda en un solo pueblo, resueltamente interesado en la conservaci6n de la nacionalidad eubana, en el pro-