lanzas de puntas de monteria: e ansi se determine i acordo de dar en los enemigos, lo qual por los vecinos con sus personas i esclavos se ofrecie- ron con toda boluntad viendo quanto importava al servicio de S. M. i al bien comun que este pueblo no se destruyese, e que los enemigos no se Ilevasen el artilleria. En este comedio los Franceses inbiaron un prisionero para que se tratase de rescatar los press i el pueblo, i para entender en esto dieron seguro a un Padre Dominico que reside en el pueblo de los Indios, e fue a tratar dello con el Capitan Frances, el qual le pidio de rescate trein- ta mill pesos i cient cargas de pan i docientas arrobas de care, e que con toda brevedad se le diese esto, e prometio e dio seguro que entre- tanto que se tratase el rescate no saldria del pueblo a las estancias ni haria mas dafo de lo hecho, lo qual no cumplio, porque dos barcos de monte- rias de vecinos que otro dia entraron en el puerto, los tomo e robo, e prendio nueve personas que en ellos venian. Embiamosles a ofrecer tres mill ducados de rescate; respondio que no pensava que havia locos sino en Francia, i que nos determinasemos en lo que havia pedido, e que sino lo haciamos abrasaria la tierra i mataria los prisioneros. Entretanto la gente que estava mandada apercibir se junto, sin faltar seis personas, i es- tando certificados de las espias que teniamos, e todavia dormian fuera de las naos divididos por casas del pueblo con mui poca vela, i que seforean- donos en las casas de Juan de Rojas, donde estava el Capitan i parte de la genie i el resto estava ganado; acordose que cinquenta personas escala- sen por las espaldas las casas de Juan de Rojas, i por aquella parte no tie- no mas de dos tapias en alto, i otros ochenta ganasen la puerta i patio, i que si se hiciesen fuertes en lo alto que se pusiese fuego, que se podia co- modamente hacer, i questos tuviesen cuenta en soltar los prisioneros ques- tavan sueltos encerrados en una pieza baxa de las dichas casas, i el resto de la gente estuviese en una plazuela que se hace delante destas casas para resistir a los que acudieseni socorrer al Capitan. Con esta orden i acuer- do Martes por la manana partimos del pueblo de los Indios, i toda la gente era de apie, salvo sino era el Governador i nueve de acavallo que con ellos ivan, i llegamos a una eslancia de Juan de Rojas, donde se hizo alarde, i se dixo i mando a cada uno lo que havia de hacer i a donde havia de acu- dir; i cl Governador nombro Capitanes; i de alli bien tarde fuimos a otra estancia que esta tres tiros de-ballesta del pueblo metida en el monte, a donde dormimos la noche abajo, i no se hallo novedad alguna, e dos horas antes que amaneciese puesta la gene en orden fuimos al pueblo, c antes que en el entrasemos la gene de Indios e Negros, sin que se les pudiese estorbar, dieron gran grita, que fue causa que dispertasen i no los toma-