203 mandado se recogese la gene quando pareciese vela, e luego acudio alli el Capitan questava nombrado para la gente de apie, e con el dos o tres hombres, i de acaballo vinieron quatro; i parecio por delante del morro una caravela no mui grande, sin que en ella pareciese gente, i paso de largo acia el pueblo viejo, i los que la vieron dixeron que era una carave- la conocida que se esperava de tierra firme; i el Governador mando a dos de acaballo que fuesen a correr la costa, i viesen que era, i que derrota llebava, i quedose a recoger la gente que acudiese hasta saber lo que era; i los de acaballo que imbio a la playa, mui en breve dieron buelta, i di- xeron que la caravela se havia llegado a la caleta de Juan Guillen, que esta media legua pequena del pueblo, i con el batel havian echado dos bateladas de gene en tierra, i venian en squadron armados de cosele- tes i zeladas, i los mas dellos arcabuzeros, que serian docientos hombres, e traian el camino del pueblo en la mano por el monte i unas estancias, i por alli desecharon el camino de la playa que va a dar a la fortaleza. Oido esto, el Governador procuro recoger gene, i no pudo juntar, i acudie- ron seis o siete de acaballo i quatro de apie, i en la verdad faltaron po- cos de acudir, porque en el pueblo havia poca gene, porque algunos les estava mandado acudir a la fortaleza i estavan ya en ella con el Alcaide, que eran hasta 20 personas. Y vista la pujanza que havia en los enemigos, i la poca posibilidad que tenia para hacer alguna resistencia, el Governa- dor mando a los que con el estavan que se fuesen a la fortaleza con los demas; i porque lo cumpliesen embio a uno de los de acaballo que se fue- se con ellos hasta que los pusiese dentro; e ansi lo hizo, e con el rest sestuvo hasta ver lo que subcedia. E Ilegados los Franceses a entrar por la plaza, que venian por su hilera en ordenanza, se retire a un pueblo de Indios que estava una legua de la Habana, que havra en el hasta cient In- dios, para desde alli recoger la gente i proveer lo que conviniese al reme- dio de la defenza de la fortaleza, pues ya el pueblo quedava perdido. Y en parecer la caravela, i echar la gene en tierra, i entrar en el pueblo, no paso termino de media hora, que fue todo con tanta presteza que parecio cosa de suenro. Y en este poco despacio que huvo en medio, dio lugar a que se salvasen las mugeres i otra gente e algunas cosas de hacienda, e que no fuese el dafio tan grande. E allegando a este pueblo de Indios que digo, porcuro recogerlos, porque casi todos estavan en el monte, i embio a lla- mar algunos Espaioles que estavan cerca, i escrivio una carta al Alcaide Juan de Lobera, en respuesta de otra que le imbio, diciendole como que- dava alli juntando la gene que pudiese para hacer socorro a la fortaleza, el qual hacia con toda brevedad: i en todo aqueste dia i noche hasta el