113 si esto una vez se hiciese, que tarde 6 nunca lornarian 6 armar los Fran- ceses. El Rey me respondi6 que alli donde los Franceses han ydo A aquello de los Bacallaos, que es tan frigidisimo que dicen que estA en la altura de Flandes, y ]a mar hace alli tan contino mal tiempo, que dice que A el se le perdieron alli dos Armadas, y al Rey Don Manuel su padre otras 1los que embi6 alli; y que los Franceses no pudieron yr A ninguna parte que menos perjuicio pudieran hacer 6 S. M., ni 6 61, mas que 61 lo tor- naria A ver y que me responderia, y pidiome aquella relacion y yo go la di. Lo mismo paseo apart con el Senor Infante Don Luis y respondiome lo mismo que el Rey, y mas que el Rey su hermano tenia tan grandes nece- sidades y 6 tantas cosas que acudir en la India y en otras parties, que no podia remediarlas, y que muchas cosas havia que hera mejor disimularlas que no ponerse en ellas, pues no las podrian estorvar, como hera que los Franceses no armasen y no fuesen A descubrir; y que si por aquel Rio que havian descubierto los Franceses no fuesen por 61 dar en la mar del sur, que le parecia que hera de poco efecto lo que por alli podrian hacer, mas antes que le parecia que se perderian. Yo le dixe que me parecia A mi lo contrario; que una vez asentandose alli podrian de alli descubrir lo uno y lo otro, y que lo que convenia era no dexar tomar 6 los Franceses pie alli ni en otra parte, sino luego los desbaratar. Segun lo que me han tor- nado agora A decir, creo que la respuesta que el Rey me darA sera como la pasada, y asi creo que haria aunquc los Franceses le tomasen aqui a Lisboa, que nunca han de querer romper con ellos publicamente por lo que digo en la carta de S. M. Por una part muestran aqui tanta flaqueza, y por otra part quieren dar de aqui ley a todo. el mundo: y ciertamente si cllos quisiesen aqui, segund la much quantidad que tienen de Navios y grandes aparejos de armar, ellos podrian embiar de aqui en muy pocos dias Armada que sobrase para eso sin ayuda de S. M. mas no lo querran hacer. Yo torn 6 hablar a la serenissima Reyna sobre esto, y con su Al- teza, por que veo lo much que A S. M. quiere: alargueme mas A decille que me parescia una grande cobardia la que aqui en esto se hacia espe- cialmente, pues el Rey su marido decia que A el particularmente le toca- va aquello 6 donde los Franceses son ydos, que pues no lo queria defender que le dexasen A S. M. toda aquella navegacion, que S. M. la defenderia como hacia 6 las otras suyas, y por aqui otras cosas, avergonzandolos de quan mal lo hacian dexarlo asi pasar: su Alteza me dixo que ella lo diria al Rey su marido y travajaria en cllo todo lo que pudiese, y creyese que no se dexava por voluntad, sino por parescerles el poco efecto quo en ello se po- 15