sino los torados en guerra, por lo qual las guerras eran mui continues, porque para cumplir con sus crueles Dioses i para solenizar sus fiestas i honrrar sus templos, andavan por muchas parties haciendo guerra y sal- teando hombres para sacrificar a los demonios i ofrecerles corazones i sangre humana, por la qual cabsa padecian muchos inocentes; i no pares- ce ser pequefa cabsa de hacer guerra a los que ansi oprimen i matan los inocentes, i estos con gemidos i clamores demandavan a Dios i a los h om- bres ser socorridos, pues padescian muerte tan injustamente, i esto es una de las cabsas, cono V. M. sabe, por la qual se puede hacer guerra; i tenian esta costumbre: que si algun senor o principal de los press en guerra se soltava los mismos de su pueblo lo sacrificavan, i si era hombre baxo, que se llamava Macebal, su senor le dava mantas, i esto i lo demas que pasava en las guerras paresce en el mismo libro en la quarta part, capitulo 14, 15, 16.. Quanto al numero de los esclavos, en una part pone que se havran fe- cho tres cuentos desclavos i en otra dice quatro quentos. Las provincias i part quel de las Casas dice haverse hecho los dichos esclavos son es- las: Mexico, Quacaqualco, Panuco, Xalisco, Chiapa, Quautimala, Hon- duras, Yucatan, Nicaragua, la costa de San Miguel, Venezuela: no fuera malo que tan bien dixera si quiera por humilldad de la costa de Parique i Cubava ya que fue alla i como le fue alla casi todas las parties que pone son en esta nueva Espana. Yo tenia sumadas las provincias i parties que dice haverse hecho esclavos, i antes mas que menos, que por no ser prolijo dejo de particularizar, i por todos no a llegan a docientos mill: i comunicado este numero con otros que tienen espiriencia i son mas antiguos en la tier- ra, me certifican que no son ciento i cinquenta mill ni pasan de cien mill: yo digo que fuesen docientos mil. Quanto al numero de tres quentos ccede i pone demas dos cuentos i ochocientos mill, i quanto al numero de qua- trocientos pone demas tres quentos i ochocientos mill, i asi son muchos de sus encarescimientos, en los quales A V. M. pone en grande escru- pulo i agravia malamante i deshonrra a sus proximos por carta inpresa, i este numero desclavos cosa.es que se puede saber por los libros de V. M. por los quintos que ha rescivido; i quanto al tratamiento yo de la nueva Espafta hablo, en la qual ya casi todos estan hechos libres segun lo que tengo entendido, en todo el mundo podrA haver mill esclavos por livertad, i estos cada dia se van livertando, i antes de un afo apenas queda es- clavo Indio en la tierra, porque para los livertad V. M. hizo lo que de- via i aun mas, pues mando que los que poseian esclayos provasen como aquellos eran verdaderos esclavos, lo qual era casi inposible i de derecho