todo cierto ni mui averiguado; i si se mira i notan bien los pecados i de- litos atroces que en sola la Cibdad de Sevilla han acontecido, i los que la justicia ha castigado de treinta anos a esta parte, se hallaran mas delitos i maldades i mas feas que quantas han acontecido en toda esta nueva Es- pana despues que se conquisto, que son treinta i tres afios. Una de las cosas ques de haver compassion en toda esta tierra es de la cibdad de Chia- pa i su subjeto, que despues quel de las Casas alli entr6 por Obispo, que- d6 destruida en lo temporal i en lo spiritual, que todo lo encon6; i ple- ga a Dios no se diga d6l que dejo las animals en las manos de los lobos i huy6, quia mercenaries est et non pastor, et non pertinet ad eum de ovi- bus. Quando algun Obispo renuncia el Obispado para dejar una Iglesia que por esposa recibio, tan grande obligation i mayor es el vinculo que a ella tiene que otra profession de mas bajo estado: i asi se da con gran soleni- dad; i para dejar i desampararla, grandisima cabsa ha de haver, i donde no la hay la tal renunciacion mas se llama apostasia i apostatar del alto i mui perfeto estado Obispal que no otra cosa, i si fuera por cabsa de mui grandes enfermedades o para meters en un Monesterio mui estrecho para nunca ver hombre ni negocios mundanos, aun entonces no sabemos si de- lante de Dios esta mui seguro el tal Obispo; mas para hacerse Procura- dor en Corte, i para procurar como agora procura que los Indios le de- manden por Proptetor, quando la carta en que aquesto demandava se vio en una Congregacion de Frailes Menores, todos se rieron della i no tu- vieron que responder ni que hablar en tal desvario, i no mostrara 61 alla carta de capitulo o congregacion de Frayles Menores, i tambien procura que de acA le embien dineros i negocios. Estas cosas a quien pareceran bien? yo creo que V. M. las aborrecera porques clara tentacion de nues- tro adversario para desasosiego suyo i de los otros. V. M. le devia man- dar encerrar en un Monesterio porque no sea cabsa de mayores males; que sino, yo tengo temor que ha de ir a Roma i sera cabsa de turba- cion en la corte Romana. A los Estancieros, Calpixques i Mineros llama- los verdugos desalmados, inhumanos i crueles; i dado caso que algunos haya havido codiciosos i mal mirados, ciertamente hay otros muchos bue- nos Cristianos i piadosos e limosneros, i muchos dellos casados viven bien. No se dira del de las Casas lo de San Lorenzo, que como diese la mitad de su sepultura al cuerpo de San Estevan, Ilamaronle el Espafiol cortes: dice en aquel confisionario que ningun Espaiol en esta tierra ha tenido buena fee cerca de las guerras, ni los Mercaderes en llebarles a vender mercaderias; i en esto juzga los corazones: asimismo dice que ninguno tuvo buena fee en el comprar i vender esclavos; i no tuvo razon, pues