ENGRACIA Y ANTORITA 293 se convenci6 la tia de Felipe de que el dinero lo ha- bian sacado. Ese hombre era uno de los servidores de mis con- fianza que tuvo Don Antonio, y siempre, por razones que no son del caso explicar, habia estado en la sospe- cha de qu ese dinero, a que nos referimos, estaba es- condido en La Costa------ Canddlaria no se podia conformar con el terrible fiasco que acababa de recibir. Ella, despubs de la muerte de su victim, al oir la fama del tesoro enterrado, se forj6 la ilusi6n de que tambi6n iba a ser la heredera. En este mundo no tiene nada de extraordinario, que al asesinato se una el robo.