ENGRACIA Y ANTORITA 35

 VIII.

 Como palomas arrulladas bajo las palmas de su
pintoresco valle, descogiendo las alas at romper sus cri-
sAlidas entire oro y rosas el orto de las mafianas, para
subir del prado a la colina, nunca remontando su vuelo
mis alli de los nidos de paja que forman sus viviendas,
y asentindose, de caricia en caricia y de brinco en brin-
co, ora en la cima del risco, o ya cabe al cristatino rio
inspirador de sus amores, Engracia y Antofiita queden
mientras nosotros lancemos una ojeada al lugar que las
vi6 nacer.