que la luz es tenebrosa, que el azicar es amargo y el calor pro- duce frfo... Puede la pureza general tormento? Se siente atribulado, con inquietudes punzantes que lo lenan de congoja y descon- suelo.,. iC6mo Ie dolia pensar, ahora que estaba recobrando su cordura! La nostalgia de su antigua soledad lo atormentaba. No queria que se le muriese su pasado y luchaba por recobrar su anterior tranquilidad, pero carecia de fuerzas para decidirse a tomar una resoluci6n. Algo lo tenia atado a la casa de Anadel. iEsa mujer, esos hombres lo subyugaban con vigor irresisti- ble! Su amiga, su afectuosa camarada la Bahia, persistia en Ilamarlo, extendidndole los brazos. Percibia el rumor de su voz acariciante, pididndole volver... Pero ahora su cuerpo no anhe- laba la robusta caricia de las olas entire sus piernas ni el vio- lento mordisco del sol en sus espaldas. El viento yodado de la extension marina le causaba desaz6n y el olor de la mar con- traia sus entrafias con profunda repugnancia.