talons, permancciendo asi duranto la comida. Todo es solem- ne y ccremonioso. Parecen como si estuvieran oficiando frente a un altar. -El pais estA formado por muchas islas y sus mares son riquisimos en toda clase de pescados y mariscos. Son icti6fa. gos consumados. El pescado y el arroz constituyen la base de ]a alimentaci6n en cl pueblo japonds. No voy a mencionarles ni a describirles las especialidades de la cocina japonesa, por- que todos ustedes las conocen. S61o quiero referirme a la de- licada y artistica macstria con que manipulan los ingredients, como si estuvicsen dibujando o hacienda un encaje o una fili- grana en hilos de oro. La delicada carne dcl pescado la cortan en rebanadas finas, transparentes casi, y apenas la sazonan con ashoyun, que es un extract del frijol de soya, de intense aroma y de gusto salad y dulce al mismo tiempo. Son los dcscubridores del ajinomoto*, hoy conocido mundialmente, que acentda el sabor de los alimentos, y que hacen con el ger- men dcsecado del trigo. Asi preparado, el pescado no sabe a crude y sc puede apreciar el sabor del mismo en toda su ple- nitud. En la prcparaci6n del arroz son maestros incompara- bles: el grano queda suelto a pesar de que su cochura se ha realizado casi al vapor, a fuego muy lento. Yo me atreveria a decir que un plato japonds no es sabroso per el alimento en si mismo, sino por la mantra de cortarlo, de marinarlo, de ma- nipularlo y presentarlo en toda su sencillez, El servicio de la comida es de una belleza incomparable: las diversas prepara- ciones vienen en platillos individuals y su conjunto es ya de por si encantador a la vista. Y como si toda esa delicadeza fuera poco, el alimento se lo llevan a la boca con un par de palillos delicados y graciosos, que manipulan con destreza y habilidad rarisima. Quisiera poder hablarles de la preparaci6n y el servicio del td... pero ademAs de ser asunto largo y corn- plicado, les confieso que el hondo sentido spiritual de esa funci6n escapa a la comprensi6n de nuestros cerebros de occi- dentales. -La cocina china, mAs vieja que la japonesa, es tambidn la obra de manos tocada por una inquietud artistic de siglos. Los chinos produce y saben preparar maravillosamente bien una scrie variadisima de vegetables que desconocemos en Eu- ropa. En la cochura del arroz tambidn son inimitables. Hay una receta china que es una joya culinaria: el Shiu-Ap, que consis- te en un pato tierno, cebado, que asan u hornean despuds de