Al ocupar su lugar en el lecho comun, tomd un libro y le pregunt6: .-Te molesta que lea un rato? -Sabes que no. Siempre lo has hecho asi. aPor qu6 te perfumraste con el agua de Colonia que tanto me gusta? Hace tierpo que no lo hacfas... -Al no contestarle, agreg6-: Las ma- tos te tiemblan y apenas puedes respirar. Has mentido cuan- do dijiste que ya no te interest. Nunca podrAs dejar de amar- e... como yo a ti... He cometido una locura y estoy arrepen- tido... Te prometo que no volverd a ocuparme de esa mujer... Mientras hablaba se habia ido acercando a ella y las ilti- mas palabras las susurr6 en su oldo. Suavemente le quit el libro de las manos... Fue una noche gloriosa de renovada pa- si6n, de extremados ardores... Una avioneta amariz6 junto al Yate. Trafa de los Estados Unidos un cargamento de provisions para avituallar los frigo- rificos del barco. Esa noche cenaron ostras frescas Blue Point, filets de lenguado de Calais; roast prime ribs of beef an jus; hongos silvestres de las florestas de Suiza; zanahorias enanas de BElgica; tallos de apio braisees y servidos con salsa holan- desa; canet6n rouennais a la bigarade; pomme de terre Lyon- naise y bombe de cerises, glacd au kirsh. -Es bueno repetir -comenz6 el professor, una vez instala- dos en el balc6n- lo que se ha venido diciendo desde hace tiempo: -Tres elements principles caracterizan a la cocina espa- fiola: los garbanzos, el arroz y el bacalao. Todo alli estA satu- rado de ajo. Este bulbo glorioso es el alma de la cocina iberi- ca. Tiene, ademAs, funciones especiales: es amuleto, talisman y medicine. A esos tres elements acompafian otros tantos re- cursos; el aceite, el chorizo y el pimiento morr6n. Las judias y las lentejas son bAsicas tambidn en la dieta de aquel pais. Ape- sar de ser casi una isla, se consume poco pescado. Prefieren el bacalao, traido seco y salado desde otros paises. Estas ca- racteristicas parecen tener su origen en la formaci6n racial del pueblo: los iberos procedentes del Africa del Norte eran frugivoros y muy poco adictos al pescado; los fenicios y los cartagineses eran frugales; los romanos que la ocuparon por casi doscientos afios fueron ante todo hombres de armas; los