per aquellos Siglos. Recordemos que era monje benedictino mddico y professor de anatomia. En su GargantLia y Pantagruel, aunque escrita en estilo humoristico, expone su concept file s6fico de la humanidad. Su moral epicdrea en el fondo cons. tituye una censura al espiritu excesivamente materialista del Renacimiento. Cervantes, que vivi6 mAs o menos en la misi a dpoca, rue otro que en forma humoristica tambidn fustig6 los excess del hombre en aquel period. Su obra, especialmente las Doce Novelas Ejemplares, es una critical punzante, mordaz de las costumbres excesivamente liberals del Renacimiento. -Durante el reinado de Francisco I aparecieron en Francia dos libros de cocina de alguna importancia: KFleur de Toute. Cuisine, ppor Pierre Pidoux, y eLe Viander de Taboureaun, de author desconocido. En Espafia se hicieron famosos un tal Ba. fiuelos, cocinero de Carlos V, y los cocineros de Felipe II Ila. mados SuArez, Moreto y Dominguez. En Francia se hizo notorio Nicolas Fouquet, a quien Enriquc IV ennobleci6 con el titulo de Sefior de Varenne. Se habla todavia de Vatel, como un genio de la cocina, agregAndose que se suicide porque en cierta oca. si6n no pudo servir a tiempo el plato preferido de su Setor. Se ha establecido que en realidad no fue un cocinero sino un maitre d'hotel de la casa del Grand Condd. -Las innovaciones que sufri6 la cocina durante el Rena. cimiento pueden sintetizarse asi: uso de bacteria de cocina de cobre; interns vehemente de los grandes sefiores por mantener una mesa de primera clase; tendencia, luego generalizada has- ta hoy dia, de dar a los plates el nombre de su creador; dispo. sici6n de servir los diferentes plates separadamente, y consi- derable cantidad y variedad de plates servidos en cada comida. A prop6sito de estos detalles, vale la pena recorder que la his- toria o la leyenda atribuye la invenci6n de la salsa Bechamel al Marqu6s del mismo nombre y que el carr4 de mouton a la pure de lentilles es debido a la Princesa de Conti. -Durante el reinado de Enrique IV, y bajo la influencia de las reinas Catalina y Maria de Mddecis, vinieron a Francia cocineros italianos que introdujeron su magnifica respostcria. Eran artists que se daban much tono, a tal extreme, que Montaigne nos dej6 este pArrafo que habla por si solo: -Habld con uno de estos cocineros y me hizo un discurso acerca de su ciencia con tanta gravedad y compostura como si me estuviera dando una cdtedra de teologia. A estos genios del caldcro se les habian subido los humos a la cabeza, porque los seiiores