-Te voy a contar un cuento, amigo mfo, que me hicieron ayer tarde -expres6 Madelaine-. Fui a visitar a tus amigos, que viven tras ese cerro. S61o encontrd a Maria, tu ndyade print. cipiante. Me inform que su padre estaba en el hospital de Sa- manA, cur6ndose su pierna enferma. No te inquietes: es una cura rutinaria que le hacen cada cierto tiempo. La nifia se entristeci6 al verme Ilegar sin ti. Colegf que queria comunicar. te alguna cosa, y me ofreci de mensajera. eSabes lo que esta ocurriendo, Charles Croiset? Maria se encontr6 un pafiuelo tu- yo, que perdiste la iltima vez que fuiste a verlos. Lo guard como un tesoro, escondido bajo la colcha de su catre. Tiene tus iniciales y todavia conserve el perfume del agua de Colonia que sueles usar. La pobrecita crey6 que yo habia ido a recuperar tu pafiuelo. Yo le dije que lo conservara y su rostro se lien6 de content. -iPobre chiquilla! Me da much listima pensar que... -DAjame terminar el cuento -le interrumpi6 Madelaine-. He descubierto que la nifia estA locamente enamorada de ti. A esa edad las muchachas crean idolos en su imaginaci6n. Se apasionan de hombres maduros, come td. Es la primer ma. nifestaci6n de la libido. Un impulse inconsciente de la came se apodera, per oleadas, de su espiritu. Es una voluptuosidad platdnica, que hace gozar y sufrir: el objeto de su adoraci6n se transform para ellas en una obsesi6n maravillosa. --Acaso fuiste victim de esa obsesi6n? -iNaturaimente que si! En el colegio, cuando tenia trece afios, me enamored perdidamente del maestro de dibujo. Era un hombre de unos cuarenta afios de edad. Su presencia me ha- cia temblar. En mi imaginaci6n le escribia cartas apasionadas. Estrechaba y besaba la almohada, pretendiendo que era su ros- tro. Era una verdadera adoraci6n, mezcla de sentimentalismo y de sexualidad indefinidos. Ahora eso Ie estA ocurriendo a Maria y td eres su principle encantado. Debe dormir con tu pafiuelo entire las manes, enardecida de emoci6n... --Qud puedo hacer para...? -Me imagine todo lo que estAs pensando -le ataj6 Made- leine-. QuerrAs mandarla a Francia, con una beca de tu fa- mosa Fundaci6n educativa. No lo hagas: podrias hacerla muy desgraciada, cuando no pueda desprenderse de su pasado mise- rable. No rates de torcer el curse de su destine. Abstente de ayudar a esa familiar, porque muchas veces una limosna causa much dolor al que la recibe. Por mis poderoso que seas ja-