Charles Croiset se sent en el fondo del bote, entire las pier. nas de Madelaine, y recost6 la cabeza en su regazo. La canoa se detuvo y qued6 desgobernada y al garete, porque las manos de la timonel acariciaban delicadamente la cabeza de su pasa. jero. Asi estuvieron silenciosos much rato. El irgui6 el torso hasta que su cara qued6 entire los brazos de ella. -Esta mafiana me dijiste que sentias ganas de besarme.,. Por qu6 no lo haces ahora, Madelaine, amada mfa... Sus labios se unieron, sosegados y tiernos; con ardoroso fue. go despuds, mientras la barca ondulaba impulsada mansamen. te por la inquietud de las aguas... -D6jame quererte, Madelaine -le dijo con dulzura-. Estoy muy solo y te necesito. Eres buena y hermosa, y eres inteligen. te y culta. jPorqu6 no me quieres...? Ella se habia quitado las botas y abierto el cuello de la blu. sa, porque sentia calor. -Qu6 bellos son tus pies -exclam6 Croiset con entusias. mo-. Cuan tersos y sonrosados. Parecen de nacar... Desde una ocasi6n en que vi tus muslos, no los he podido olvidar. Qu6 fire y limpia es tu came. Mil veces te he visto desnuda en mi imaginaci6n, y cada vez te deseo y te quiero mis... iAh, Ma. delaine! iSi pudiera explicarte las sensaciones que se produce en mi espiritu cuando estoy contigo! Es como un placer Ileno de susto, una tranquilidad saturada de microsc6picos miedos, como si todo a mi alrededor estuviese esperando la llegada de algo sobrenatural... y es, precisamente, ese incongruente con- junto de sensaciones el que me produce un placer casi sexual... -Sigue queridndome en tu imaginaci6n, como yo te quie- ro a ti, pero no echemos a perder nuestro noviazgo con pesa. das realidades. Seamos intangibles el uno para el otro y asi nuestra pasi6n jams sera saciada: perdurara inmutable, fija, permanent, como la line del horizonte. iVenerar6 tu recuer- do, porque he encontrado en ti al Dios que nunca tuve...!