Comenz6 a serenarse. Escuch6 pasos de alguien que venia y oy6 la voz del Detective que le decia: -LA que hora te acostaste anoche? Logr6 controlarse y le contest: -No tengo reloj. Cuando los sefiores acabaron de hablar. -Eran las dos de la mafiana. Siempre te acuestas despu6s de nedianoche. 4Por qu6 tienes que estar alli arriba hasta tan tarde? -El professor me lo pidi6. -Te dio permiso para que estuvieras en el balcdn mien- tras ellos conversan, pero no es una obligaci6n hacerlo. Es un homibre bondadoso y quiere que ti te vayas instruyendo. -Yo sd leer y escribir, pero no comprendo el francds... -iCaspita! -Es verdad. Siempre hablan en francis y nin- g6n provecho sacas con tu presencia alli arriba. zQuieres que se lo advierta al professor? Asi podras dormir toda la noche. eEs, acaso, que te gusta estar con ellos...? Nada le dirt, en- tonces. Se hizo una pausa larga, durante la cual Trigarthon respi- r6 profundamente, recobrando su serenidad. -OQud te hace sufrir? Estfs mis delgado. Hace tres noches que no te bafias antes de acostarte... eQuieres volverte a tu casa? -El seftor Vergara quiere que me quede aqui... En ese memento bajaban por la escalera de piedra Rosi- na y Vergara. Este le pidi6 a Trigarthon que sacara el cayuco y los Ilevara al yate. Obedeci6, como un aut6mata. Cuando ya estaba echando el bote al agua baj6 Josefina, se acerc6 a su esposo y a Rosina, que ya se preparaban para embarcarse, y les dijo: -Voy con ustedes. Me aburro sola en mi habitaci6n. Durante el viaje solamente se escuchaba el ruido de los re- mos al tocar el agua. Los mariners del yate echaron la escala. Rosina subi6 primero. Con una serial de la mane Vergara in- vit6 a Josefina a subir. Esta le indic6 que subiera l6. Cuando Vergara subi6 los primeros palos de la escalera, Josefina le dijo a Trigarthon: -Desp6gate y sigue remado. Ti y yo vamos a descansar un rato a cayo Alcatraz. Cuando Ilegaron ella le pidi6 que atracara el cayuco en la arena y lo invite a subir y sentarse arriba, al borde de la ro- ca, junto a ella. Se qued6 mirAndolo, sin hablar, y se sinti6