suspenso... Luego reanud6 su peroraci6n, diciendo, con vacilan- te y emocionada voz: .iOh, placer incomparable de la mesa... voluptuosidad que se engendra y se dispersa en los confines del alma, des- bordAndose en delicadas sensaciones, en exhalaciones espiritua- les de deleite inenarrable...! Es la vision de un Olimpo genero- so y afable, hospitalario y dulce, fraternal, indulgente y since- ro. Sus lltimas palabras apenas fueron perceptibles. Parecia adormecido. Al fin abri6 los ojos, y volviendo a la realidad ex- clam6: --Ou6 bueno es todo esto! Que sabrosa es la vida... -Ha estado usted mas inspirado que nunca, mi querido doc- tor -exclam6 el profesor-. Me felicito de tenerle como com- pailero. Nada es mAs hermoso que sentirse uno rodeado de amigos buenos, inteligentes y cultos. Siempre pido al Cielo que no me prive de amigos devotos y sinceros. Mi mayor suplicio seria verme condenado a comer solo. El placer de la mesa es inconcebible sin la compafiia de los amigos. --Qu6 condiciones exige usted para que una comida sea perfect? -pregunt6 Tosefina. -Que sea excelente su preparaci6n y estdn bien coordina- dos los diversos plates; que no se sirvan vinos, a no ser de su- perior calidad; que haya buen ambiente y por dltimo y princi- paImente, que se rednan cuando menos tres amigos que les guste y sepan comer. Recordemos el precepto griego: Nunca menos que las Gracias ni mis que las Musas. -Comparto su manera de pensar -intervino Madelaine-. Tal vez sea yo la mas indicada para saber apreciar el placer de la mesa rodeada de buenos amigos, inteligentes y cultos, como ha dicho usted, porque Ilevo veinte afios sentandome a mi mesa en absolute soledad. -La costumbre, generalizada mundialmente y desde tiem- pos inmemoriales, de los hombres reunirse para comer, cons- tituye una manifestaci6n instintiva del alma humana. De todas las necesidades corporales, es la dnica para cuya realiza- ci6n nos sentimos impulsados a buscar compafiia y a veces has- ta hacer ostentacion de ella. De ahi que los festines hayan si- do siempre una instituci6n trascendental, y en la mayor part de los casos estos festines estin asociados al prop6sito de fes- tejar o conmemorar un acontecimiento important y agradable. El professor Croiset continue una interesante descripci6n