ciera el tomate. Y yo me pregunto ahora: equ6 comiamos en Francia antes de que esa misma America nos regalara la pata- ta, o papa como la Ilaman aqui? Sepa usted que nuestra impres- cindible Pomme de terre fue introducida en Francia hace ape- nas cuatrocientos afios. Los Conquistadores la llevaron de Perk a Espaiia en 1540. Luego Sir Walter Raleigh la hizo conocer en Inglaterra. Un tal Gaspard Bauhon comenz6 a cultivarla cerca de Lyon, pero en 1560 el Parlamento de Besanqon promulg6 una Resoluci6n prohibiendo su cultivo y su consume cporque producia la lepra. Vino a ser en 1597 cuando el botinico Ge- rard afirm6 que era sana y nutritiva. En 1619 el fisico y lite- rato inglds Francisco Bacon hizo en una de sus obras el elogio de la papa, y desde entonces figure en la mesa de los Reyes de Inglaterra. Todavia para el afio 1771 los franceses !a consi- deraban sospechosa. En 1773 Parmentier public un aExamen Quimico de la Papa y empez6 a cultivarla cerca de Paris. Cuan- do se supo que Luis XVI la estaba comiendo, los parisienses lo imitaron, y desde entonces... los franceses no podemos conce- bir la vida sin la papa. Jorge Vergara regres6 insperadamente. Habia acortado su permanencia en la capital a causa de los disturbios politicos que acababan de ocurrir, y consider su deber volver inmedia- tamente a Anadel para informar a sus amigos y hacer frente a cualquier problema que pudiera presentarse. Todos se reu- nieron en la sala para escucharlo, mientras servian aperitivos. Eran las doce del dia. Cont6 Vergara que apenas hacian veinti- cuatro horas que se habia producido un golpe de Estado di- rigido por algunos militares de alta jerarquia combinados con grupos politicos de la oposici6n. El Presidente de la Repdbli- ca habia sido hecho prisionero y luego embarcado hacia el ex- tranjero en un buque de guerra. Los lideres politicos contrarios al regimen depuesto se reunieron en el Palacio Nacional y eli- gieron un gobierno provisional. Aquello fue un espectaculo ver- gonzoso -exclam6 Vergara-. Tuvieron la impudicia de tele- visarlo. Parecian lobos hambrientos. Se repartieron el botin co- mo pirates y cada uno ech6 mano a su tajada: un ministerio, una direcci6n general, una embajada... La pantalla del televisor