parecido al higo o al dAtil, que se prepare manteniendo los pla- tanos amarillos al sol, sin pelarlo, durante quince o veinte dias, con un peso encima que se aumenta cada dia, hasta que el pldtano se aplasta y casi ennegrece, adquiriendo cierta crista- lizaci6n y un delicado gusto de most fermentado. El otro postre eran de torrijas, y consist en rebanadas de pan viejo embebidas en el zumo fermentado de las ramas de una plant trepadora llamada bejuco de indio, zumo que recibe el nombre de pru. Luego las rebanadas son fritas en grasa vegetal y des- pu6s de escurridas y frias se sirven cubiertas de miel de abejas y polvos de canela o nuez moscada. Comieron al aire libre, en una mesa ristica debajo de un frondoso Arbol de mango, ro. deados de pavos y gallinas y chivos y cerdos dom6sticos, que un chiquillo hijo del mayoial se ocupaba de mantener alejados de la mesa, porque de lo contrario eran capaces de subirse y com6rselo todo. Apreci6 much ese detalle de la compaiia de las aves y animals dom6sticos, porque impregn6 el ambiente de un sentido pastoril maravilloso. Mientras comian tostaban los granos verdes de caf6, que luego eran pulverizados en un gran pil6n y seguidamente preparado en una manga de tela que hace de colador, resultando el caf6 de una fragancia y aroma incomparables. Sin que disminuyese el entusiasmo con que hacia la narra- ci6n, como un niflo que hubiese descubierto cosas nuevas y jamAs sofiadas, continue informando a sus amigos c6mo des- puds de reposar la comida, montaron a caballo y bajaron a la playa. Alli tomaron la canoa y se fueron al yate. El la habia invitado a conocer su embarcaci6n. Como la mar estaba mansa y suave el sol, d6 quiso remar un poco pero se sentia torpe y pesado. Entonces Madelaine, de pie en la popa, con un solo remo encajado en una horca, rem6 como lo hacen los gondo- leros en Venecia, operaci6n que aquf Ilaman cgodillar. Estuvie ron toda la tarde en el yate, conversando de arte y de literature. Madelaine era una mujer extraordinaria, comentaba, entusias- mado, el professor. Su cultural era variada y extensa y era muy inteligente. Le parecia inconcebible que una mujer de tan alta calidad pudiese vivir sola en aquel rinc6n olvidado del mundo. La compare, por su cultural y su sensibilidad, con madame de Stadl y a George Sand por su inquietud y su rebeldia. Cuando pasaron al balc6n a tomar el cafd y los licores, si- gui6 hablando con emocionada inspiraci6n de las bellezas de la vida simple y de c6mo la sefiorita Chanac transmitia a los oyentes su pasi6n y su calor por la Naturaleza. El doctor le